Día de las Naciones Unidas: Intervención del Alto Representante/Vicepresidente Josep Borrell

Hace casi ocho décadas, la ONU fue creada para salvar a la humanidad del flagelo de la guerra y la destrucción. Desde entonces, los países y pueblos del mundo han construido el sistema de reglas y cooperación mundial que tenemos hoy.

Los miembros de la familia de la ONU escribieron y acordaron estas reglas y normas junto con la Carta de la ONU y el derecho internacional como base.

Todos en la comunidad internacional acordaron salvaguardar la soberanía y la integridad territorial de los Estados, ya sean grandes o pequeños, y proteger los derechos de sus pueblos.

La agresión ilegal de Rusia contra Ucrania está socavando estos pilares fundamentales. Sus consecuencias son globales, lo que se suma a las inseguridades alimentarias y energéticas y a una crisis financiera que afectará a todos los rincones del mundo, especialmente a los países y grupos de personas más vulnerables.

El rotundo apoyo a las resoluciones de la Asamblea General de la ONU que piden a Rusia que detenga inmediatamente su agresión y rechace su intento de anexión ilegítima de partes de Ucrania, demuestra que la abrumadora mayoría de los países del mundo quiere que se respete la Carta de la ONU.

El mundo quiere, necesita y merece la paz. Esta es la máxima prioridad para la UE.

El multilateralismo y la cooperación internacional significan trabajar juntos para hacer frente a los desafíos mundiales de hoy y de mañana.

Los años de pandemia no solo han ralentizado la aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, sino que también han invertido el progreso en demasiados ámbitos. Es primordial que volvamos a encarrilar el mundo.

En este Día de las Naciones Unidas, damos gracias y felicitamos a la ONU y a su personal por su trabajo vital en todo el mundo, desde Siria hasta Afganistán, desde el Sahel hasta Yemen, desde Myanmar hasta Colombia.

El informe «Nuestra Agenda Común» del Secretario General de la ONU, António Guterres, es una oportunidad para introducir reformas de gobernanza global para que el sistema multilateral centrado en la ONU sea adecuado para el mundo del mañana.

Una ONU que cumpla mejor con nuestros compromisos globales compartidos y refleje las razones por las que se fundó: garantizar la paz, prevenir las guerras y garantizar los derechos de todos.