La UE en Ecuador y la Universidad Andina Simón Bolívar conmemoran los 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial

En el marco del Mes de Europa, la Unión Europea en Ecuador, con el apoyo de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB) realizaron el conversatorio “80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial”, un espacio de reflexión y memoria histórica que contó con la participación de más de 100 asistentes entre académicos, estudiantes, diplomáticos, fuerzas armadas, organismos internacionales y miembros de organizaciones de la sociedad civil. 

Entre los invitados estuvo el Cónsul Honorario de Ucrania, Arturo Griffin; los Embajadores de Alemania, Jens Peter Lütkenherm, de Italia, Giovanni Davoli;  de Argentina, Eduardo Acevedo; de Türkiye, Başak Yalçın; de la República Dominicana Luis Kalaff; los Encargados de Negocios de Suiza, Line Leon-Pernet; y de Hungría, Balázs Nagy; los representantes de la OIM, Kristina Mejo; y de la OEA, Gina Ochoa; los Directores de la Alianza francesa, Nathalie Pouchin; de la Comunidad judía de Ecuador, Daniel Treisten; y de la Academia Diplomática, Dr. Alejandro Suarez, además de representantes de las Embajadas del Reino Unido, de los países de la Comunidad Andina, MERCOSUR y América Central.  En un acto de profunda gratitud y respeto, los participantes guardaron un minuto de silencio por todas las víctimas de la Segunda Guerra Mundial. 

El panel fue constituido por el Vice-Rector de la UASB, Wilson Araque Jaramillo; el Magistrado del Tribunal de Justicia de la CAN, Iñigo Salvador Crespo; la Embajadora de la Unión Europea en Ecuador, Jekaterina Dorodnova; el Embajador de Canadá en Ecuador, Stephen Potter; y el Agregado de Asuntos Políticos, Desarrollo y Comercio de la Embajada de los Países Bajos Gerrit Burgwal. Michel Levi, Coordinador del Centro Andino de Estudios Internacionales moderó el intercambio.

En su intervención, Jekaterina Doródnova, Embajadora de la Unión Europea en Ecuador, expresó la gratitud y respeto a las víctimas de la guerra, incluidas las víctimas del Holocausto, y destacó el valor de la memoria colectiva y el peligro de las ideologías del odio y de la manipulación histórica. Habló de las enormes pérdidas que sufrieron varios países durante la guerra y del papel de las fuerzas Aliadas, incluida la URSS, en la derrota del fascismo. Al mismo tiempo recordó que la URSS había firmado el Pacto Molotov-Ribbentrop en 1939 dividiendo Europa en áreas de influencia. 

La Embajadora Dorodnova explicó que, tras la guerra, la Unión Europea surgió como un proyecto de la reconciliación histórica e integración regional basado en valores compartidos de la paz, la democracia y los derechos humanos.  Habló de la paradoja histórica actual donde uno de los países Aliados– Rusia- se haya convertido en agresor invadiendo Ucrania y perpetuando sufrimiento de su pueblo. Expresó el apoyo de la UE a Ucrania.  Además, reiteró el compromiso de la UE con la promoción de valores democráticos y la solidaridad entre pueblos, especialmente ante los desafíos actuales de extremismo, discriminación y amenazas a la soberanía. 

Por su parte, el Embajador de Canadá en Ecuador, Stephen Potter, rememoró el papel clave de su país en la defensa de la democracia y los derechos humanos durante y después del conflicto. Enfatizó que “la memoria histórica no es solo un ejercicio conmemorativo, sino una responsabilidad política y ética”, y llamó a preservar las lecciones del pasado frente a las amenazas autoritarias actuales. Subrayó el rol de Canadá como un país Aliado haciendo hincapié en la liberación de los Países Bajos por el ejército canadiense y, al terminar la guerra, en el apoyo de la creación de instituciones como las Naciones Unidas, y reafirmó su compromiso con el multilateralismo, la justicia internacional, especialmente en el contexto de la invasión de Ucrania, y la cooperación a nivel global.

En tanto, Gerrit Burgwal, Agregado de Asuntos Políticos, Desarrollo y Comercio de la Embajada de los Países Bajos, compartió una reflexión personal desde la historia de su propio país, ocupado por el régimen nazi entre 1940 y 1945. Recordó tanto la colaboración como la resistencia de sectores neerlandeses, y enfatizó la necesidad de mantener viva la memoria, incluso de los aspectos más incómodos de la historia. “La intolerancia comienza de a poco. Por eso es fundamental fortalecer la educación, la solidaridad y la cooperación internacional como barreras contra el totalitarismo”, afirmó. Habló de la imposibilidad de la neutralidad, ni entonces ni ahora en el contexto de la invasión de Ucrania, de la barbarie de la guerra, recordando a Anne Frank, de la importancia de las alianzas, de la reconciliación y de la conmemoración para aprender de las lecciones del pasado para una paz duradera.

Finalmente, Íñigo Salvador Crespo, Magistrado del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, destacó la importancia de proyectar la paz incluso en medio del conflicto. “Los 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial no son solo un recuerdo. Son una llamada a mirar el pasado con responsabilidad, para defender un presente de paz y planear un futuro de cooperación. Porque la paz no se improvisa, se construye con visión, incluso en medio del conflicto”, señaló. 

El conversatorio concluyó con una ronda de preguntas del público, que permitió enriquecer el análisis desde diversas perspectivas, incluida la del conflicto armado interno en Ecuador. 

Con este evento, la Unión Europea en Ecuador reafirma su compromiso con el derecho internacional, la memoria histórica, el fortalecimiento del diálogo académico y la construcción de un futuro común basado en la justicia, la cooperación y la paz.