La Unión Europea lucha contra la desnutrición infantil en Ecuador
Una generación está creciendo con el estómago vacío y con el futuro comprometido. En varias provincias de Ecuador, comunidades enteras conviven con la Desnutrición Crónica Infantil (DCI) como una realidad normalizada: niños que carecen de alimentos nutritivos, que beben agua contaminada porque es la única que llega, y cuyos cuerpos cargan desde los primeros años las consecuencias irreversibles de esa carencia.
En zonas rurales, muchas familias toman una decisión dolorosa, vender lo que cultivan antes que consumirlo, para poder pagar cuadernos, uniformes u otras cosas básicas. Comer pasa a un segundo plano frente a sobrevivir.
La Fundación Ayuda en Acción lidera la implementación del proyecto “Territorios Libres de Desnutrición”, ejecutado en las parroquias rurales de San Andrés en el cantón Guano, (provincia de Chimborazo) y en Manglaralto (Santa Elena). La iniciativa es financiada por la Unión Europea en Ecuador, a través de su estrategia Global Gateway, y cuenta con la colaboración de entidades públicas, privadas y académicas.
Esta misión se realizó en el marco de la Green Diplomacy Week, una iniciativa global de la Unión Europea que promueve la acción climática y el desarrollo sostenible. La edición 2025 pone su foco en la resiliencia hídrica, la transición energética y la acción climática global, alineada a los principios del Global Gateway, la estrategia europea de cooperación internacional.
Entre los aliados que pusieron su grano de área en este proyecto se encuentran: la Empresa Pública de Agua, el Ministerio de Salud Pública (MSP), los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) de Santa Elena y Guano, la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo (Espoch), la Fundación Esquel, Welt Hunger Hilfe y Sumar Juntos de Banco Pichincha.
El objetivo general es disminuir la DCI en estas zonas, beneficiando a más de 52.000 personas. Para ello, se definieron seis ejes estratégicos: agua segura, salud y nutrición, soberanía alimentaria, incidencia política, educomunicación y gestión del conocimiento.
El desafío es nacional
Ayuda en Acción (2025)
La Desnutrición Crónica Infantil (DCI) sigue siendo uno de los principales desafíos sociales y de salud pública en Ecuador. Este problema, que afecta especialmente a los niños menores de dos años, preocupa a diversas organizaciones nacionales e internacionales que buscan erradicarlo desde las comunidades más vulnerables del país.
Según la Encuesta Nacional sobre Desnutrición Infantil (ENDI), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la tasa promedio nacional de DCI alcanza el 19,3%, lo que significa que 2 de cada 10 niñas y niños menores de dos años presentan retraso en su crecimiento.
Por regiones, la Sierra es la más afectada con un 21,4%, seguida de la Amazonía con 20,2%, mientras que la Costa registra 12%. Si se analizan los datos por grupo étnico, el panorama es más crítico entre la población indígena, donde la DCI llega al 35,9%.
La DCI no se debe únicamente a la falta de alimentos. Es un fenómeno multicausal que responde a deficiencias estructurales: falta de acceso a agua potable, servicios de salud insuficientes para madres gestantes y lactantes, y esquemas de vacunación incompletos. Las consecuencias son irreversibles: los niños con DCI tienen menor desarrollo cognitivo y físico, lo que impacta su rendimiento escolar y su productividad futura.
Conscientes de la gravedad del problema, diez organizaciones decidieron unir esfuerzos para combatir la desnutrición desde su raíz y generar modelos sostenibles que puedan convertirse en política pública.
Resultados visibles tras 18 meses de trabajo
Después de año y medio de ejecución, luego de una visita al Cantón Guano, se pudo visibilizar que el proyecto ha logrado avances concretos en varios frentes:
Agua segura:
Conservación de 7,30 hectáreas de páramo en San Andrés y 2,31 hectáreas en Manglaralto mediante reforestación.
Producción de 9.000 plantas en viveros de Guano y 4.000 en Sinchal.
Avance del 33,25% en la construcción de 12 sistemas de agua potable.
Importación de 40 generadores de cloro WaterStep M100.
Instalación de estaciones meteorológicas y formación de 142 líderes comunitarios (36% mujeres) en la ‘Escuela del Agua’.
Soberanía alimentaria:
Creación de la Escuela de Agricultura Familiar, con módulos prácticos y 482 visitas técnicas.
Implementación de dos fincas modelo con biofábricas, viveros y producción de cuyes y aves.
Entrega de 1.270 cuyes y 4.400 pollos a 227 familias.
Reproducción de semillas de camote Toquecita con el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Iniap).
118 hectáreas con riego tecnificado para 84 familias y realización de la primera feria agroecológica en enero de 2025.
Salud y nutrición:
Coordinación con el MSP para campañas de vacunación y controles prenatales.
Investigación junto a la Espoch sobre factores de riesgo nutricional.
Desarrollo de dos prototipos de complementos alimentarios y un recetario comunitario con preparaciones tradicionales.
Educomunicación:
Módulos de formación sobre crianza, higiene y lactancia exclusiva (también en kichwa).
Capacitación a 539 personas, el 70% mujeres, sobre corresponsabilidad en el cuidado.
Ferias de educación sexual y reproductiva para adolescentes.
Cuatro campañas comunicacionales previstas hasta 2026 y una estrategia de género con 80% de avance.
Ayuda en Acción (2025)
Comunidades protagonistas del cambio
Aunque el liderazgo institucional es clave, el verdadero motor del proyecto son las comunidades. En el recorrido, pudimos presenciar que, en cada territorio, las familias han aportado tiempo, mano de obra y hasta recursos económicos para garantizar que las obras se concreten.
En la parroquia San Andrés (Guano), por ejemplo, la comunidad de Sachapamba y las organizaciones construyeron una nueva planta potabilizadora de agua, reemplazando la anterior que funcionó por tres décadas y estaba colapsada. Para ello, los habitantes invirtieron $10.000 de su fondo de agua para los estudios y organizaron mingas comunitarias para su construcción.
Antes, debían caminar 17 kilómetros hasta el deshielo del volcán Carihuairazo para conseguir agua; hoy cuentan con un sistema que les permite acceder a agua limpia y segura sin desplazarse.
Las mujeres tienen un papel central en todo el proceso. Ellas lideran los comités de agua, las fincas agroecológicas y los programas de crianza de cuyes. Esto, a pesar de que, en muchos de los casos, no son apoyadas por sus maridos. Este fue el caso de la Sra. Laura, quien nos comentó que su esposo no estaba de acuerdo con el “experimento” de la nueva forma de criar cuyes. Ahora, él está agradecido del trabajo de su esposa.
Gracias a las capacitaciones, y a donaciones de 156 cuyeras, han pasado de criar 20 cuyes a más de 100, con mejores condiciones sanitarias y productivas. Este alimento, rico en proteínas, se ha incorporado a la dieta cotidiana de las familias, reduciendo su dependencia de alimentos procesados.
Además, la instalación de sistemas de riego portátiles permite que cultiven más variedades de hortalizas y tubérculos, mejorando su alimentación y generando excedentes para la venta. La producción local se fortalece y con ello la economía familiar y la seguridad alimentaria.
Las familias que han recibido este apoyo están agradecidas con todas las instituciones que se unieron para poder lograr darles una mejor vida. Además, están muy orgullosas del trabajo y de los resultados de su misma labor.
Una esperanza que se expande
El modelo de ‘Territorios Libres de Desnutrición’ busca ser replicable en otras provincias. Sus resultados iniciales demuestran que la articulación entre Estado, cooperación internacional, sector privado y comunidades puede transformar realidades que por décadas fueron ignoradas.
En el recorrido, estuvo presente la Vicepresidencia de la Republica. Para esta visita asistió la subsecretaria de Cooperación y Vinculación Social, María Lorena Ponce, quien se comprometió con Ayuda en Acción y la Unión Europea a buscar que estos proyectos se transformen en política pública y llegar a más provincias y cantones para eliminar la DCI.
¿Qué es Global Gateway?
El jefe de Cooperación de la Unión Europea, José María Medina, explicó que el Global Gateway es la nueva estrategia de cooperación europea enfocada en movilizar recursos en alianza con el sector privado para alcanzar objetivos de política pública, especialmente en el ámbito de las infraestructuras como el agua y saneamiento, consideradas las más costosas.
Medina subrayó que la cooperación de la Unión Europea "se basa en valores y en derechos humanos, lo que implica un enfoque centrado en las personas. “No se trata solo de construir una planta de agua o canalizaciones; el objetivo real es reducir la desnutrición, y el agua es una herramienta clave para lograrlo”, señaló.
Añadió que los proyectos de Global Gateway también integran aspectos sociales, culturales y educativos, como la soberanía alimentaria, la salud pública y la educomunicación. “Sin esos componentes ‘blandos’, no se alcanzan los objetivos. La infraestructura es esencial, pero debe ir acompañada de acciones que transformen la vida de las comunidades”, concluyó.
Artículo elaborado por Estefanía Chaparro, ganadora del concurso de periodismo “Voces en Acción”, organizado por Ayuda en Acción y Revista Vistazo, en colaboración con la Unión Europea en Ecuador (2025).