Nuestra unidad es nuestra fuerza

Hoy conmemoramos el Día de la Independencia de Ucrania. También se cumplen 6 meses de la invasión militar no provocada de la Federación Rusa a su país vecino, Ucrania. Esta crisis tiene repercusiones para todos.

Hoy conmemoramos el Día de la Independencia de Ucrania. También se cumplen 6 meses de la invasión militar no provocada de la Federación Rusa a su país vecino, Ucrania. Esta crisis tiene repercusiones para todos. Luego de dos años de pandemia, deseábamos centrarnos en la recuperación económica, sin embargo, estamos haciendo frente a retos inesperados que comprometen gravemente la seguridad alimentaria y energética global.

Es claro que el aumento de los costos en la cadena agroalimentaria y la desestabilización de los mercados por la subida del precio de la energía y de los fertilizantes no se deben a ninguna sanción. El responsable tiene un nombre: Vladimir V. Putin, Presidente de Rusia, quien usa los alimentos como arma sin importarle comprometer los medios de subsistencia de millones de personas, en especial en los países más vulnerables. Es Putin quien ha invadido el granero del mundo (Ucrania) y quien ha convertido las rutas de exportación del mar Negro en una zona de guerra.

Ecuador ya se ha visto afectado. Rusia es un importante mercado de exportación para su banano, sus flores y su camarón, así como un proveedor fundamental de fertilizantes. Sin embargo, la economía ecuatoriana sigue creciendo, mitigando esta crisis con la diversificación de mercados. Durante este primer semestre, sus exportaciones hacia el G7 aumentaron un 41% de USD 4.022 millones a USD 5.677 millones. Asimismo, los acuerdos comerciales, como los vigentes con la UE y con el Reino Unido, se apuntalan como vectores de crecimiento para el desarrollo económico sostenible.

Todos necesitaremos mostrar nuevamente nuestra adaptación y resiliencia. Desde el G7 reiteramos nuestra más enérgica condena a la agresión no provocada e injustificable a un estado democrático y soberano, que crea tantas víctimas civiles y destrucción de bienes públicos y privados. Seguiremos prestando una sólida ayuda política, humanitaria, financiera y de equipamientos militares a Ucrania.  Seguiremos adoptando medidas necesarias para aislar aún más al gobierno de Rusia y para restringir su acceso a tecnologías e industrias clave. Recortaremos los ingresos de Rusia, incluidos los del oro, para drenar los recursos que financian esta guerra bárbara.

Debemos permanecer juntos. Si hay algo que el Presidente Putin no ha previsto es la rapidez de nuestra acción y determinación. Ahora, más que nunca, es el momento en que las sociedades y las alianzas se deben fortalecer para construir nuestro futuro sobre la base de la justicia y la libertad. No podemos aceptar violaciones arbitrarias de las reglas internacionales y el inicio de guerras en contra de todo derecho internacional. La comunidad internacional debe estar firme, porque si creamos un ejemplo negativo sin consecuencias, cada uno de nosotros podría ser el próximo objeto de acciones similares. La forma en que respondamos hoy al atroz ataque de Rusia determinará el futuro de Ucrania y del mundo. Mantengámonos fieles a los principios que han guiado nuestra respuesta hasta ahora: responsabilidad, unidad y solidaridad.