Día de los Derechos Humanos: Declaración de la Alta Representante en nombre de la Unión Europea
Cada mañana en todo el mundo, millones de pequeños actos que pasan desapercibidos respetan escrupulosamente la dignidad humana. Una niña va andando a la escuela con confianza porque su comunidad protege su seguridad; un alumno prosigue sus estudios, aunque se le desaliente o prohíba hacerlo; un superviviente denuncia la violencia y recaba apoyos; un periodista arriesga su vida para exponer la verdad. No son grandes gestos, sino decisiones cotidianas, a menudo tomadas en contextos de miedo o incertidumbre. Juntas, estas decisiones cotidianas refuerzan nuestro compromiso común en pro de los derechos humanos.
Los derechos humanos no son solo compromisos jurídicos establecidos en convenios internacionales, sino que se viven, experimentan y a menudo se cuestionan en las rutinas de la vida cotidiana: en las aulas, los puestos de trabajo, los servicios públicos y los espacios en línea. Los derechos humanos protegen el modo en que nos expresamos, ejercemos la libertad de culto, nos organizamos, amamos y participamos en nuestras sociedades. Pertenecen a todos, en todas partes.
Juntos nos enfrentamos a presiones crecientes, desde la desinformación y la erosión democrática hasta la discriminación, la desigualdad y las terribles consecuencias de la guerra. En muchas partes del mundo, en particular en Ucrania y otros países vecinos de la UE, millones de civiles se esfuerzan por sobrevivir ante la agresión.
En estos momentos, la promesa de «derechos humanos cotidianos» es aún más vital. Nos recuerda que los derechos no son autosuficientes; requieren una atención, un valor, una solidaridad y un apoyo constantes. La defensa de los derechos humanos es un deber asumido por todos los Estados, que permite a cada uno de nosotros ejercerlos a través de nuestras acciones, las decisiones que tomamos y el respeto que mostramos a los demás.
En este Día de los Derechos Humanos, la UE mantiene su firme compromiso de salvaguardar los derechos humanos dentro y fuera de su territorio y de garantizar la paz, la verdad, la justicia y la rendición de cuentas. Recuerda su apoyo inquebrantable a las Naciones Unidas, a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y a todos sus socios mundiales para instar a todos los Estados a que respeten y cumplan sus obligaciones en materia de derechos humanos. Este año se celebra también el 25.º aniversario de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
Hoy celebramos a las innumerables personas cuyas acciones cotidianas hacen que estos derechos sean reales. Sus historias nos recuerdan que el progreso no solo se produce en las salas de vistas o en los Parlamentos, sino que ocurre cuando los ciudadanos eligen la empatía frente a la indiferencia, la equidad frente a la comodidad, el valor frente al silencio y la dignidad frente a la división.
Valoremos los derechos universales que nos protegen y defendamos los derechos que protegen a los demás. Y sigamos construyendo un mundo en el que los derechos humanos sean vividos cada día por todos.