Estos jóvenes forman parte de un programa de desarrollo de competencias en el que reciben formación para poder implementar un emprendimiento colectivo. La formación es facilitada de manera coordinada entre socios, empresa privada y la municipalidad de San Pedro Sula como parte de un proyecto piloto basado en la comunidad. El proyecto piloto tiene como objetivo fortalecer las competencias empresariales de líderes y lideresas juveniles para la creación de oportunidades de medios de vida dignas, orientadas principalmente para la población afectada por la violencia.

La visita se realizó en la empresa “Aromas y Tendencias”, parte del grupo Macdel. Esta empresa, en coordinación con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Children Internacional y Fe y Alegría, implementa un proceso de asistencia técnica y formación técnico vocacional para que facilitadores comunitarios juveniles puedan desarrollar emprendimientos colectivos y mitigar los riesgos asociados en sus comunidades.

El programa de desarrollo de competencias también contempla un fuerte componente de sensibilización con la empresa privada para lograr la desestigmatización de las comunidades. De igual forma se aborda la vinculación efectiva con los servicios y oferta de la institucionalidad para la sostenibilidad del proceso y los emprendimientos.

Aumentar los niveles de participación y compromiso de las organizaciones de empleadores y de trabajadores en la gestión de políticas y programas de trabajo, a través del diálogo social tripartito, es importante para promover consensos y reducir la inequidad en la sociedad. En este sentido el Embajador dialogó con el Comité Intersindical para la Migración, el grupo de juventudes de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras, y la Sra. Lilia Umaña, vicealcaldesa de San Pedro Sula, quienes son socios estratégicos del proyecto. 

De igual forma, el Embajador conoció, in situ, el proceso de formación y tuvo un espacio para conversar con los jóvenes beneficiarios. Les manifestó el compromiso de la Unión Europea por continuar apoyando los esfuerzos que Honduras realiza para promover el empleo decente, proteger a la población migrante retornada y prevenir el desplazamiento forzado mediante la búsqueda de soluciones duraderas sin dejar a nadie atrás.

Este programa es parte del proyecto “Promoción del empleo y la protección social en el marco integral de respuesta a los refugiados en América Central y México”. El Proyecto cuenta con una aportación, solo para Honduras, de 1.2 millones de euros (cerca de 33.5 millones de lempiras) financiados por la Unión Europea y ejecutado por la Organización Internacional del Trabajo y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Mediante el proyecto se implementan actividades, principalmente en Tegucigalpa y San Pedro Sula, que contribuyen a establecer diálogos entre el gobierno local, la empresa privada y las comunidades. Esto se realiza con el propósito de reducir la desigualdad económica de las personas desplazadas por la violencia y las de sus comunidades de acogida, a través de servicios públicos y privados relacionados con la búsqueda de empleo, educación técnica y vocacional, servicios financieros, asesoramientos, entre otros.