El euro cumple 25 años
El 1 de enero de 1999, el euro se convirtió oficialmente en la moneda única de 11 Estados miembros de la Unión Europea (UE). Hoy, después de varias ampliaciones, 20 países de la UE y alrededor de 350 millones de ciudadanos lo usan diariamente. Dos países de la UE han decidido no adoptarlo y cinco aún no cumplen con los requisitos económicos para hacerlo. Efectivamente, hay que subrayar que el camino hacia el euro ha sido y es un proceso exigente y riguroso para asegurar la solidez de esta unión monetaria y la capacidad de cada miembro de beneficiarse de ella.
De 1979 a 1999, el Sistema Monetario Europeo favoreció un acercamiento gradual entre las monedas nacionales, lo cual permitió el gran salto político que fue la decisión de crear una moneda única, decisión plasmada en el tratado de Maastricht de 1992 para profundizar la integración europea en el contexto de la reunificación alemana. La implementación de esta decisión, a su vez, requirió una preparación cuidadosa planteada desde 1990 por el informe coordinado por Jacques Delors, el entonces presidente de la Comisión Europea, recientemente fallecido. Este periodo de preparación sirvió para reforzar la convergencia económica en el seno de la futura Eurozona y en crear el Sistema Europeo de Bancos Centrales encabezado por el Banco Central Europeo (BCE).
Aun así, y con las repercusiones de la crisis financiera de 2008, el euro sufrió fuertes turbulencias poco después de su primera década de existencia, con una solicitud de apoyo por parte de cinco Estados miembros para enfrentar su creciente deuda pública y las necesidades de recapitalización de su sistema bancario. La combinación de medidas de solidaridad europea y de planes estrictos de ahorro y de reducción de la deuda lograron mantener la unidad de la Eurozona y superar la crisis. Desde 2013, el euro ha gozado de un periodo de estabilidad favorecida por el fortalecimiento de la resiliencia del sistema bancario europeo. Tres Estados más se han unido a la Eurozona desde entonces. La pandemia de covid-19 y la profunda crisis socioeconómica que generó no lograron perturbar dicha estabilidad. Las medidas que tomó el BCE en aquel momento fueron claves para evitar el colapso de la economía. El pico de inflación que siguió a la pandemia también ha sido combatido con una estrategia eficiente de alza de tasas de interés que permitió en 2023 reducir la inflación, acercándose al objetivo del BCE de 2 por ciento.
En retrospectiva, la creación del euro y su preservación durante 25 años aparecen como una hazaña. La existencia del euro se ha convertido en algo cotidiano para los ciudadanos europeos y los actores financieros, sin olvidar también a los viajeros extranjeros que pueden visitar todos esos países europeos usando la misma moneda.
El euro también tiene un rol importante en la escena internacional. Es la segunda moneda más importante del mundo, representando cerca de 32 por ciento de los pagos mundiales. Además de los 20 países de la UE, Andorra, Mónaco, San Marino y el Vaticano están autorizados a utilizar el euro como moneda y algunos otros países y territorios europeos, como Montenegro y Kosovo, lo hacen de facto.
El fortalecimiento de la Eurozona y del sistema financiero europeo es una preocupación constante para las instituciones europeas y sus Estados miembros. Por ello, regularmente se llevan a cabo “pruebas de estrés” de los bancos europeos, como la que se acaba de realizar frente al riesgo de ciberataques. El acuerdo, que se logró a finales de diciembre, sobre la reforma del Pacto de Estabilidad y de Crecimiento, que rige las trayectorias fiscales y de deuda de todos los Estados miembros de la UE, es también un factor de confianza para el euro.
Finalmente, el BCE lanzó a finales de 2023 el proceso de renovación de los billetes en euros: entre siete temas, los ciudadanos de la Eurozona seleccionaron mediante encuestas “la cultura europea” y “ríos y pájaros”. La decisión final sobre el diseño de los futuros billetes se tomará en 2026.
¡Feliz cumpleaños y larga vida a nuestra moneda única!
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