La Unión Europea (UE) ha condenado repetidamente los ataques terroristas cometidos por Hamás el 7 de octubre de 2023. Ningún pretexto puede justificar el asesinato a sangre fría de cientos de civiles, incluyendo niños y ancianos, violencias sexuales y toma de rehenes, entre muchos otros actos de barbarie. También ha reconocido el derecho de Israel a defenderse dentro de los límites del derecho internacional humanitario y exigido la liberación de todos los 130 rehenes todavía detenidos, incluyendo ciudadanos europeos y un mexicano: no debemos olvidarlos.

Con la ofensiva militar israelí y los combates con Hamás, hemos visto desde aquel entonces cómo se desarrolla una catástrofe humanitaria en Gaza, con decenas de miles de muertos y más de un millón de desplazados. Hoy, a casi cinco meses de guerra y destrucción, incluyendo edificios construidos o reconstruidos con financiamiento europeo, debemos centrarnos en aliviar la situación humanitaria y salvar vidas. En este sentido, el alto representante de la UE, Josep Borrell, ha condenado las restricciones impuestas por Israel a la entrada de ayuda humanitaria y a la apertura de pasos fronterizos y lo ha instado a cooperar plenamente con las agencias de la ONU y otros actores implicados en la respuesta humanitaria. Ha instado al ejército israelí a no avanzar hacia Rafá. Una pausa humanitaria inmediata que conduzca a un alto al fuego duradero, se requiere urgentemente para permitir la entrega a gran escala de ayuda humanitaria y la protección de los civiles. Hace unos días vimos cómo un centenar de civiles palestinos murieron cuando trataban de obtener alimentos y ayuda humanitaria. Esto es totalmente inaceptable y, por ello, la UE ha solicitado una investigación internacional imparcial sobre este trágico suceso.

La violencia se ha extendido también a Cisjordania: la UE ha condenado en particular los actos de violencia de algunos colonos israelíes contra la población palestina: veintiséis Estados miembros de la UE están dispuestos a adoptar sanciones contra ellos. Además, existe el riesgo de una escalada del conflicto que podría extenderse a la región en general si no se toman acciones decisivas.

Frente a esta trágica situación, la UE y sus Estados miembros no se han quedado de brazos cruzados ni se han limitado a hacer declaraciones. Primero, han desplegado una labor diplomática intensa con todas las partes interesadas: fiel a su tradición de principal promotora de la solución de dos Estados coexistiendo pacíficamente, la UE está buscando diseñar con sus socios una salida al conflicto basada en esta fórmula, la única para asegurar una paz duradera. En el Mar Rojo, la UE ha lanzado la operación Áspides para proteger la navegación internacional frente a los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen.

La UE y sus Estados miembros se mantienen, además, como los principales proveedores de asistencia al pueblo palestino. La Unión Europea anunció que asignará 68 millones de euros adicionales en ayuda de emergencia al pueblo palestino para 2024 a través de socios internacionales como la Cruz Roja y la Media Luna Roja. Este monto se añade a los 82 millones de euros de ayuda previstos que se ejecutarán a través de la Agencia para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA) en 2024, además de los 125 millones de euros de ayuda humanitaria ya aprobados para los palestinos para 2024. La UE ha tomado en cuenta las medidas adoptadas por las Naciones Unidas para mantener su apoyo al trabajo de UNRWA, vital para la población de Gaza. 

En este conflicto, la UE tiene una posición justa y equilibrada, condenando todas las violaciones al derecho internacional humanitario, reconociendo los derechos de todos los pueblos de la región de gozar de paz, seguridad y bienestar y priorizando la protección de la población civil, sea palestina o israelí.

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