Reafirmemos nuestro compromiso con las personas refugiadas

Columna "Ventana a Europa" del Embajador de la Unión Europea en México, Francisco André, para el diario Excélsior.

El próximo 20 de junio, como cada año, conmemoraremos el Día Mundial de los Refugiados y, con él, la valentía, resiliencia y dignidad de millones de personas en todo el mundo que se han visto forzadas a huir de sus hogares a causa de conflictos, persecuciones o crisis humanitarias. Este día no sólo es una oportunidad para honrar su fuerza, sino también para renovar nuestro compromiso colectivo con su protección e inclusión.

Actualmente, más de 120 millones de personas están desplazadas forzosamente en el mundo. Ante esta realidad, la Unión Europea (UE) se ha consolidado como el principal donante mundial en materia de ayuda humanitaria y protección de personas refugiadas, y reafirma su compromiso de seguir siendo un espacio donde estas personas encuentren protección y seguridad. Por ejemplo, a raíz de la guerra a gran escala de Rusia contra Ucrania, los Estados Miembros de la UE han acogido a 4.2 millones de personas procedentes de Ucrania bajo protección temporal, de las cuales un tercio son niñas y niños. Asimismo, la UE es el principal donante de ayuda humanitaria para las y los refugiados palestinos a través de la Agencia de las Naciones Unidad para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo.

Pero nuestra solidaridad no se detiene en las fronteras europeas ni en el vecindario inmediato. La UE brinda asistencia humanitaria vital a personas refugiadas en diversas regiones del mundo y, al mismo tiempo, impulsa iniciativas de desarrollo que abordan las causas estructurales del desplazamiento forzado como los conflictos armados, la pobreza, la inestabilidad política o los efectos del cambio climático, con una visión de largo plazo.

A través de programas que promueven el acceso a la educación, la capacitación laboral y el empleo digno, se busca fortalecer la resiliencia de las personas refugiadas. Porque nadie debería ser definido únicamente por su condición de desplazado: ellas y ellos también son estudiantes, trabajadores, madres, jóvenes con proyectos y sueños. Asimismo, reconociendo el esfuerzo de las comunidades de acogida, la UE prioriza inversiones que beneficien tanto a quienes llegan como a quienes ya están: servicios de salud, educación, infraestructura y espacios que promuevan la cohesión social.

Las alianzas son la base de esta estrategia. Por ello, la UE colabora estrechamente con socios internacionales como ACNUR, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), así como con gobiernos, sociedad civil y el sector privado. México es un ejemplo donde llevamos a cabo esta cooperación efectiva.

Aquí, la UE, ACNUR y OIM trabajamos conjuntamente con el gobierno mexicano en un proyecto que facilita la integración de personas en movilidad —refugiadas y migrantes— mediante su inserción en el mercado laboral formal. Este programa no solo ofrece oportunidades individuales; también fortalece el tejido económico y social de las comunidades mexicanas que las reciben. Empresas y asociaciones locales se han sumado a esta iniciativa, promoviendo empleos dignos, inclusión y el aprovechamiento de talentos que enriquecen a toda la sociedad.

Este enfoque ejemplifica la lógica de la estrategia Global Gateway de la UE: inversiones sostenibles que construyen prosperidad compartida sin dejar a nadie atrás. Porque cuando una persona refugiada accede a un empleo formal, no sólo encuentra estabilidad, también contribuye al desarrollo local, paga impuestos, consume, innova y enriquece su entorno.

En el marco del Día Mundial del Refugiado, la UE reitera su compromiso con quienes han tenido que huir, así como con los países y comunidades que los acogen. La protección de las personas refugiadas no es sólo un imperativo moral, es también una oportunidad para construir sociedades más justas, solidarias y resilientes. Por ello, seguiremos trabajando de la mano de nuestros socios alrededor del mundo para que quienes se han visto forzados a dejar todo atrás encuentren no sólo refugio, sino también un nuevo comienzo lleno de dignidad y oportunidades.

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