Declaración del Alto Representante, en nombre de la Unión Europea, sobre la muerte de Alexéi Navalny

La Unión Europea manifiesta su indignación por la muerte del político opositor ruso Alexéi Navalny, cuya responsabilidad última recae en el presidente Putin y en las autoridades rusas. Hoy hemos expresado en el Consejo de Asuntos Exteriores nuestras más sinceras condolencias a su esposa, Yulia Navalnaya, a sus hijos, a su familia, a sus amigos y a todos aquellos que trabajaron con él en beneficio de su país.

Rusia debe permitir una investigación internacional independiente y transparente de las circunstancias de su muerte repentina. La UE no escatimará esfuerzos, en estrecha coordinación con nuestros socios, para que los dirigentes políticos y las autoridades de Rusia rindan cuentas e imponerles costes adicionales por sus acciones, en particular por medio de sanciones.

Ciudadanos de todo el mundo se han reunido para rendir homenaje a la memoria de Alexéi Navalny. En Rusia, las autoridades han intentado evitarlo en distintos lugares, y varios centenares de personas han sido detenidas. Deben ser liberadas de inmediato.

Alexéi Navalny tuvo la valentía de regresar a Rusia tras sufrir un intento de asesinato con el agente nervioso «Novichok», prohibido en virtud de la Convención sobre las Armas Químicas, de la que la Federación de Rusia es Estado parte. Se encontraba cumpliendo varias sentencias por motivos políticos en una severa colonia penal de Siberia, donde se le había trasladado para aislarlo del resto del mundo. A su familia se le había restringido el acceso a él. Desde octubre de 2023 se ha acosado a sus letrados, y tres de ellos han ingresado en prisión preventiva.

La Unión Europea ha condenado reiteradamente en los términos más enérgicos su envenenamiento y todas las sentencias dictadas contra él por motivos políticos debido a sus actividades políticas legítimas y a su lucha contra la corrupción, y ha instado a su liberación inmediata e incondicional. Ha pedido reiteradamente a Rusia que garantice su seguridad y su salud, en particular dirigiéndose, sin ningún éxito, a las autoridades de Moscú.

A lo largo de su vida Navalny demostró, con la labor anticorrupción que desempeñó en Rusia, un extraordinario valor, una extraordinaria dedicación a su país y a sus conciudadanos y una extraordinaria determinación; un mensaje que atrajo a muchas personas en todo el país. Por eso le temían Putin y su régimen, también en el contexto de la guerra ilegal de agresión de Rusia contra Ucrania que se encuentra en curso y de las elecciones a la Presidencia rusa del mes de marzo.

La inesperada y desconcertante muerte de Alexéi Navalny es una señal más de la represión creciente y sistemática existente en el país. La Unión Europea reitera su llamamiento a Rusia para que libere de forma inmediata e incondicional a todos los demás presos políticos, entre ellos Yuri Dmitriev, Vladimir Kara-Murza, Ilya Yashin, Alexéi Gorinov, Lilia Chanysheva, Ksenia Fadeeva, Alexandra Skochilenko e Ivan Safronov.