Santa Marta 2025: una cumbre birregional para reforzar una alianza estratégica

Por Jonathan Hatwell, embajador de la Unión Europea en Perú.

La Unión Europea (UE) y los países de América Latina como el Perú compartimos muchos puntos y prioridades comunes en cuanto a nuestra visión del orden internacional: multilateralismo, defensa del Estado de derecho, lucha contra el cambio climático, respeto por los derechos humanos y promoción del desarrollo sostenible. Estos puntos de coincidencia son los que sustentan nuestra relación tanto a nivel bilateral como a nivel birregional. 

Sin embargo, durante los últimos años, varios factores – en particular la pandemia y los cambios geopolíticos globales - han evidenciado la necesidad de adaptar la relación birregional. 

En este sentido, la IV Cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la UE, que se lleva a cabo los días 9 y 10 de noviembre de 2025 en Santa Marta, Colombia, se convierte en una ocasión importante para profundizar la asociación estratégica entre ambas regiones.  No partimos de cero. Nos une una relación histórica, consolidada a través de una densa red de acuerdos políticos, comerciales y de cooperación que han evolucionado durante décadas. 

Los desafíos globales actuales –el cambio climático, las transiciones energética y digital, la cohesión social, o las cuestiones de seguridad y lucha contra el crimen organizado – exigen respuestas coordinadas y una cooperación renovada. La Unión Europea sigue al lado de América Latina y el Caribe, frente a estos desafíos comunes, como socio de confianza. Ni Europa ni América Latina podemos afrontarlos de forma aislada. Necesitamos promover una relación birregional que mire al futuro de manera estratégica, con voluntad política y capacidad de adaptación.  

La Unión Europea llega a Santa Marta con el firme compromiso de avanzar en una asociación entre iguales, que no sea únicamente económica o institucional, sino también política. Para la Unión Europea, reforzar la alianza estratégica con América Latina y el Caribe representa una inversión en una región con la cual comparte intereses y valores, y que posee talento humano, recursos críticos y potencial de innovación.  Necesitamos, por ello, reforzar las cadenas de valor estratégicas, fomentar inversiones sostenibles y construir capacidades locales que permitan a nuestras sociedades prosperar juntas, sin dejar a nadie atrás.

En julio de 2023, durante la última Cumbre UE-CELAC que se celebró en Bruselas, ambas regiones acordamos relanzar nuestro diálogo político al más alto nivel. Desde entonces, hemos trabajado de forma conjunta en una hoja de ruta birregional, iniciativas de conectividad digital, transición verde, lucha contra el crimen organizado, salud pública, cooperación universitaria y movilidad humana.

Estamos también implementando la iniciativa Global Gateway, que promueve inversiones sostenibles en infraestructura, energía y digitalización, y que ya cuenta con proyectos prioritarios definidos junto a los gobiernos latinoamericanos.  Global Gateway apuesta por un modelo de cooperación basado en principios, confianza y beneficios compartidos.  Al asociar fondos públicos no reembolsables de la Unión Europea con préstamos por parte de bancos de desarrollo y también fondos privados, Global Gateway constituye la mayor iniciativa de inversión internacional de la Unión Europea hasta la fecha. Se trata de una visión de desarrollo sostenible, integral y con impacto social, que rechaza las dependencias y busca la creación de valor local, la transferencia de conocimientos, y el fortalecimiento institucional.

Para poder avanzar con todos esos planes e iniciativas a nivel birregional, la UE tiene que contar y trabajar de la mano con países socios comprometidos y confiables. Dentro de la región, el Perú destaca por su estabilidad macroeconómica, su apertura comercial, y sus crecientes capacidades tecnológicas y científicas. Pero, más allá de sus fortalezas sectoriales, el Perú representa un socio con el que la Unión Europea comparte una visión estratégica del desarrollo centrada en la sostenibilidad, la inclusión y la democracia.

Desde la implementación de nuestro Acuerdo Comercial Multipartes hasta la cooperación en temas de economía circular, inclusión social, educación superior (como el programa Erasmus+), la seguridad y lucha contra el crimen organizado y derechos humanos, las relaciones UE-Perú se han profundizado, ampliado y diversificado. 

Bajo un enfoque de Equipo Europa, que involucra actores nacionales (de nuestros Estados miembros) así como europeos, vamos implementando en Perú importantes programas de cooperación regionales y bilaterales. 

En el marco de Global Gateway, la Unión Europea ha identificado seis sectores prioritarios en el Perú: agua y saneamiento, transformación digital, salud, transporte sostenible, energía y minería. Un logro emblemático es el nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, que representa la mayor inversión alemana en el Perú hasta la fecha, pero también involucra a empresas de otros Estados miembros de la Unión Europea. Pero si hablamos de grandes infraestructuras, la huella europea se encuentra en todas partes, desde el Puerto del Callao, hasta la Línea Amarilla que atraviesa Lima o la generación de energía eólica en Cajamarca e Ica y solar en Moquegua.

Otras operaciones apoyadas por la Unión Europea, las embajadas de los Estados miembros, las cámaras de comercio (binacionales y Eurocámaras), las empresas, las agencias y bancos de desarrollo europeos, están en marcha en sectores estratégicos. En energía, estamos realizando una línea de interconexión eléctrica en la frontera con Ecuador. En agua y saneamiento, se construirá la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) de Chimbote y, próximamente, vamos a trabajar en el reúso de aguas residuales para fines agrícolas en cuatro regiones del país.

Con todos los actores de la cadena penal en el Perú, estamos promoviendo prácticas de coordinación interinstitucional, en particular el concepto de Equipos Multidisciplinarios Especializados (EMEs), juntando a la Policía y la Fiscalía, permitiendo que se avance en investigaciones con mayor eficacia en términos de delitos ambientales, trata de personas y homicidios de líderes de la comunidad indígena. Estamos igualmente acompañando al Perú en la definición de una estrategia de lucha contra la ciberdelincuencia con normas y herramientas adaptadas al contexto en constante evolución y en acuerdo con los compromisos internacionales.

La Unión Europea mantiene un firme compromiso con la conectividad digital y la inclusión tecnológica en América Latina, y el programa BELLA II constituye una expresión concreta de este esfuerzo en el marco de la estrategia Global Gateway. BELLA II, uno de los pilares fundamentales de la Alianza Digital UE-LAC lanzada en la cumbre de Bruselas en 2023, promueve no solo el fortalecimiento de la infraestructura tecnológica, sino también una mayor cooperación académica y científica entre Europa y América Latina, contribuyendo al cierre de la brecha digital y al impulso de la educación, la innovación y el desarrollo socioeconómico. El reciente memorándum de entendimiento firmado entre el Ministerio de Transporte y Comunicaciones y RedCLARA (el espacio latinoamericano de colaboración y desarrollo para la educación, la ciencia y la innovación que está implementando el programa BELLA II por el lado latinoamericano) representa un hito clave para la incorporación del Perú a esta iniciativa.   

Siendo el Perú un socio clave para la UE en la región, su contribución activa y comprometida será fundamental para que la relación a nivel birregional siga avanzando. La cumbre de Santa Marta puede servir para consolidar la hoja de ruta que guiará las relaciones birregionales durante los próximos dos años. Hay que definir prioridades conjuntas en temas tan urgentes como la transición verde y justa, la transformación digital y tecnológica, con políticas y programas específicos que ofrezcan más oportunidades para jóvenes, más inversiones sostenibles, más cooperación en ciencia y tecnología, más capacidades institucionales y mayor resistencia ante crisis globales.   

La IV Cumbre CELAC-UE no resolverá todos los desafíos.  La cita de Santa Marta no es un punto de llegada, sino el inicio de una nueva etapa. Y creemos firmemente que, si lo hacemos bien, la Unión Europea, el Perú y los demás países que incorporan la CELAC pueden utilizarla para dar un salto cualitativo en esta relación birregional tan importante.