25 años después: ¿Qué le depara el futuro a la cooperación euro-mediterránea?

27.11.2020

27/11/2020 - Hoy reunimos a los 42 Estados Miembros de la Unión por el Mediterráneo (UpM) en su quinto Foro Regional de Ministros de Asuntos Exteriores, que es especial ya que conmemora los 25 años del inicio del Proceso de Barcelona.

En 1995, la Declaración de Barcelona fue una firme manifestación política en la que se asumió un claro compromiso y se aunaron esfuerzos para encaminar a la región euro-mediterránea por la vía de la paz, la estabilidad y la seguridad. En 2008 asistimos al lanzamiento de la UpM, una plataforma centrada en la promoción del diálogo político y la cooperación en un amplio abanico de sectores fundamentales para fortalecer la integración en una región rica en diversidad y potencial.

En toda la región mediterránea, las personas aspiran a una vida pacífica y digna, con acceso a empleos, educación de calidad, dignidad y justicia. Debemos dar a nuestros jóvenes, mujeres y hombres, los medios para desarrollar su potencial y ser parte activa de la construcción de nuestro futuro común.

Todos los países del Mediterráneo se enfrentan a la amenaza del terrorismo, el extremismo y las culturas del odio que buscan dividirnos. Estamos juntos contra el terrorismo y todos los actos que alimenten el odio. Estamos unidos en el combate contra los estereotipos negativos, la intolerancia, la estigmatización, la discriminación y el uso de la violencia fundamentada en la religión o en las creencias. Hacemos un llamamiento a los esfuerzos para promover la armonía y el respeto por el otro.

También necesitamos gestionar la cuestión de la migración y los refugiados de una forma humana y sostenible, tanto para los que se desplazan como para las comunidades que los acogen, observando el principio de reparto de responsabilidades.

Ha llegado el momento de redoblar nuestros esfuerzos y encontrar soluciones políticas a las numerosas crisis que han asolado nuestra región durante demasiado tiempo: en Siria, Yemen, Libia y otros lugares de la región de Oriente Medio que han causado demasiado sufrimiento. Estamos decididos a resolver el conflicto palestino-israelí sobre la base de la solución de dos Estados como único camino hacia la paz y la seguridad. Estamos comprometidos a respetar plenamente el derecho internacional y a fortalecer el multilateralismo y sus instituciones al mismo tiempo que buscamos mejorar su eficacia.

La UpM quiere celebrar el aniversario de este hito, expresando un renovado compromiso con los principios y valores del Proceso de Barcelona. Debemos aprovechar esta ocasión para mirar hacia el futuro en este momento en que la pandemia de la Covid-19 está ejerciendo una presión socioeconómica adicional sobre todos nosotros. Trabajando juntos podemos superar los muchos desafíos a los que nos enfrentamos.

Hoy hemos de establecer las prioridades para los próximos años en áreas que son de interés común y de un alto potencial para fortalecer la cooperación regional. Las principales prioridades incluyen la acción climática y ambiental, el desarrollo sostenible, la economía azul, la transformación digital y la protección civil.

Concretamente, la UpM ya ha contribuido a la creación de la red de científicos MedECC, que ha elaborado el primer informe regional sobre el impacto del cambio climático en el Mediterráneo, equipando a los responsables políticos para que tomen decisiones con base científica, a la vez que ayudan a mejorar la falta de datos entre el Norte y el Sur. La UpM está dirigiendo el programa de empleo Med4Jobs, que beneficia a miles de jóvenes y a cientos de PYMES. La creación de universidades euro-mediterráneas está ayudando a forjar una visión más regional y abierta entre las generaciones más jóvenes. La creación del primer mecanismo de supervisión intergubernamental de la región en materia de igualdad de género tiene como objetivo no sólo medir los esfuerzos para promover los derechos de la mujer, sino también capacitar a los responsables políticos para abordar las áreas en las que el progreso es demasiado lento, como la participación de las mujeres en las esferas política y económica.

Pero debemos ser transparentes y honestos para admitir que nuestros esfuerzos aún no han dado los resultados que esperábamos. La integración económica entre el norte y el sur del Mediterráneo todavía es muy débil y las desigualdades no se reducen. Otros indicadores de la región tampoco han mejorado y la pandemia de la Covid-19 está agravando la fragmentación social y la desigualdad socioeconómica. Esta es una razón para redoblar nuestros esfuerzos, enfocándonos en obtener resultados concretos.

Tiempos difíciles como estos, que nos afectan a todos en ambas orillas, nos recuerdan la importancia de la cooperación y la solidaridad entre las poblaciones. Ahora, más que nunca, queremos seguir afianzando nuestros compromisos y unirnos para abordar los desafíos comunes y garantizar una recuperación sostenible tras la pandemia que dé lugar a sociedades y economías más resilientes, capaces no solo de sobrevivir, sino de prosperar.
A pesar de los desafíos actuales, tenemos buenas razones para ser positivos. La región del Mediterráneo tiene el potencial para levantarse y recuperarse si ponemos los medios y los esfuerzos para hacerles frente. La región alberga culturas de gran riqueza que han sido la cuna de la civilización moderna; tenemos el conocimiento de intelectuales y empresarios de renombre mundial y la energía y frescura de la juventud.

Invertir en este capital humano será clave. Construyamos sobre los éxitos de los últimos 25 años, aprovechando la diversidad de nuestra región y asegurándonos de que nadie se queda atrás.

Solo podemos ser más fuertes si nos mantenemos unidos.

Por:
Josep Borrell, Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad / Vicepresidente de la Comisión Europea
Ayman Safadi, Ministro de Asuntos Exteriores y Expatriados del Reino de Jordania
Nasser Kamel, Secretario General de la Unión por el Mediterráneo