En el Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, rendimos homenaje a las víctimas de torturas y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes. En estos momentos en que en el mundo se están aunando esfuerzos para superar la pandemia de coronavirus, los derechos humanos deben seguir siendo el eje de nuestra batalla. En este día, damos voz a los cientos de miles de víctimas de torturas y a quienes aún están siendo torturados hoy.

La tortura y otros malos tratos nunca pueden estar justificados. La prohibición de la tortura es absoluta; la práctica de la tortura es ilegal bajo cualquier circunstancia. La Unión Europea reitera su firme compromiso con la lucha contra la tortura en todo el mundo mediante un enfoque global que incluye prohibición, prevención, rendición de cuentas y reparación de las víctimas.

La erradicación de la tortura es un desafío mundial; debería ser una ambición mundial. No es imposible lograrla, pero solo puede conseguirse si actuamos juntos. Los esfuerzos conjuntos con nuestros socios internacionales, en particular las Naciones Unidas, el Consejo de Europa y la Corte Penal Internacional, organizaciones regionales, socios nacionales y la sociedad civil, pueden marcar la auténtica diferencia. La Alianza Mundial para el Comercio sin Tortura (enlace externo) es un buen ejemplo de cómo podemos trabajar juntos e invitamos a todos los Estados a que se adhieran a ella.

La Unión Europea reitera su llamamiento en favor de la ratificación universal y la aplicación efectiva de la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y su Protocolo Facultativo. Con 170 Estados parte en la Convención, los últimos Angola y Omán, la universalidad está a su alcance; solo quedan 25 Estados por ratificarla.

A través del Instrumento Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos, la UE apoya a las organizaciones de la sociedad civil que trabajan para prevenir la tortura y ayudar a las víctimas en todo el mundo. Concretamente, a lo largo de la última década, la Unión Europea ha asignado más de 80 millones de euros en apoyo a las personas que desempeñan este trabajo en primera línea. Seguiremos apoyando a los defensores de los derechos humanos que luchan con valentía contra la tortura en todo el mundo.