El País - High Representative Josep Borrell: "Ucrania construirá su futuro dentro de la Unión"

El alto representante para Política Exterior y Seguridad de la UE viaja de vuelta a Bruselas desde Kiev tras la histórica cumbre UE-Ucrania. Es su segunda visita a Ucrania desde que el presidente ruso, Vladímir Putin, inició la guerra a gran escala hace casi un año.

Entrevista publicada originalmente en El Pais: https://elpais.com/internacional/2023-02-05/josep-borrell-ucrania-construira-su-futuro-dentro-de-la-ue.html 

 

Entre el traqueteo del tren, Josep Borrell (La Pobla del Segur, 75 años) asegura que la UE seguirá sosteniendo a Ucrania. Aunque ahora están por llegar los ansiados tanques occidentales y ya ha empezado el entrenamiento de las tripulaciones ucranias; enviar aviones no está en la agenda. El alto representante para Política Exterior y Seguridad de la UE viaja de vuelta a Bruselas desde Kiev tras la histórica cumbre UE-Ucrania. Es su segunda visita a Ucrania desde que el presidente ruso, Vladímir Putin, inició la guerra a gran escala hace casi un año. Y Borrell ha encontrado ahora una Kiev algo distinta a la que vio en abril; una capital que se afana en recuperar la vida y reconstruirse aunque sigan los ataques. La tarea es ingente.

Pregunta. ¿Tiene fecha de caducidad el apoyo europeo a Ucrania?

Respuesta. Hemos dicho y repetido que apoyaremos a Ucrania durante todo el tiempo que sea necesario. La Unión Europea ya ha comprometido 50.000 millones de euros. De esa cantidad, la parte militar -unos 12.000 millones- que ha aportado la Unión y sus Estados miembros es más pequeña que la de Estados Unidos, pero no es despreciable. Y lo será menos todavía cuando se empiecen a suministrar los tanques.

P. Si los republicanos ganan en Estados Unidos, ¿seguirá siendo sostenible el apoyo de la UE a Ucrania?

R. Si la guerra hubiera ocurrido con Donald Trump en la Casa Blanca, quiero creer que la posición europea habría sido la misma; es nuestro gran socio en el este, y ayudándole hacemos algo más: ayudamos a nuestra propia seguridad. La alternativa, en Ucrania, hubiera sido la destrucción de un país soberano y un régimen títere de Rusia. Independientemente del resultado de las próximas elecciones , la ayuda de la UE a Ucrania es una política autónoma europea.

P. ¿Cuándo llegarán los tanques?

R. Para los tanques hace falta tener tripulaciones entrenadas, que ya ha empezado. No es como conducir un coche, requiere semanas de formación muy especializada.

P. ¿Se debe mandar aviones?

R. Hay que ayudar a Ucrania en todo lo que se pueda teniendo en cuenta las circunstancias de no beligerancia en la queremos seguir. Seríamos beligerantes si enviáramos tropas, cosa que desde luego no está en la agenda, nunca lo ha estado.

P. ¿Mandar aviones es ser beligerante?

R. Eso es una apreciación subjetiva. Yo me ocupo de aplicar las decisiones que se toman y ya veremos lo que pasa en el futuro, de momento este tema no está en la agenda.

P. ¿Qué recorrido tendrá el plan de paz de 10 puntos de Zelenski?

R. Lo que está en ese plan de paz son cosas que deberían ocurrir. Es normal que Ucrania las pida y que nosotros las apoyemos.

P. Después de escuchar, por ejemplo, las palabras de Lula sobre invasión, o lo que se dice en Sudáfrica. ¿Cree que la UE ha perdido la batalla del discurso en el sur global?

R. En la batalla de las narrativas, cada historia es importante. Rusia y China dedican mucho tiempo, dinero y energías. Mucho más que nosotros. Tal vez, porque como creemos que tenemos razón, pensamos que todo el mundo atenderá nuestras razones. Y no todo el mundo piensa como nosotros. La historia cuenta. En América Latina hay una historia de lucha antiimperialista. En África hay una historia colonial y se ve a Rusia -o a la Unión Soviética- como alguien, en el caso de Sudáfrica, por ejemplo, que los ayudó a conseguir la independencia o luchar contra el apartheid. Esas cosas cuentan. Luego están los intereses, que también cuentan.

P. ¿Qué va hacer Europa?

R. Tenemos que comprometernos más en esta dialéctica: no suponer que como estamos del lado de la Carta de las Naciones Unidas todo el mundo va a estar con nosotros. Muchos, independientemente de cuáles sean las causas, valoran lo que ocurre en función de las consecuencias que les afectan. Eso es algo que tenemos que interiorizar. Y ahora, de cara a la próxima la Asamblea General de Naciones Unidas, cuando se discuta de nuevo la situación en Ucrania, debemos hacer un gran esfuerzo de explicación; sabiendo que en algunos casos no se trata de convencer, porque lo que prima es el interés. Pero que en otros sí que hace falta suministrar argumentos.

P. En la histórica cumbre UE-Ucrania en Kiev, Zelenski dijo que quiere empezar las negociaciones para la integración en la Unión este año. ¿Eso es realista?

R. Zelenski expresa la voluntad clara de su Gobierno y del pueblo de Ucrania de construir su futuro como un país de la UE. Y con lo que ha ocurrido, la historia lo ha inclinado del lado de Europa. Ucrania construirá su futuro dentro de la UE. Para eso tiene que hacer reformas. Tenemos que ayudarlos. Hacerlo en mitad de una guerra no es precisamente fácil. No quiero poner plazos, pero sí señalar la clara voluntad, que es fundamental.

P. Ucrania necesita a la UE, pero la UE también necesita a Ucrania.

R. Ucrania es parte integrante de nuestro sistema de seguridad.

P. El Consejo Europeo volverá a debatir esta semana un tema que se ha vuelto a calentar en la UE: la inmigración.

R. Europa no ha sido capaz de construir una política común de inmigración y de asilo que esté a la altura de los desequilibrios económicos y demográficos de nuestro tiempo. Estamos viviendo un invierno demográfico. Algunos países pueden preferir envejecer solos, pero eso no es una solución de futuro. Europa necesita la aportación de capacidades humanas que no le da su demografía. Encerrarse, decir "no quiero ningún emigrante" puede ser una solución para un país pequeño, pero no lo es para la UE.

P. Cada vez hay más países que quieren una Europa fortaleza, incluso construir muros financiados con fondos de la Unión Europea.

R. Hemos hecho comunitarias las fronteras exteriores al suprimir las interiores, y de eso todavía no tenemos suficiente conciencia. Y hay una cuestión que es la de los movimientos secundarios de población: personas que entran por un país y se van a otro. Las fronteras hay que protegerlas, pero dentro de una estrategia política. No vamos a construir nuestro futuro convirtiéndonos en un recinto cerrado; está en nuestro propio interés que accedan, pero de manera regulada, organizada, que no ponga en peligro sus vidas, que no alimente a las mafias y que permita también evitar la fuga de cerebros de los países en desarrollo.

P. ¿Tiene futuro el acuerdo nuclear con Irán?

R. El acuerdo en sí estaba ya prácticamente reconstruido. Lo destruyó Trump de una manera gratuita. Ahora, Irán ha entrado en una dinámica que hace muy difícil llegar a acuerdos. La represión, en particular de las mujeres, la aplicación de la pena capital, el suministro de armas a Rusia -aunque ellos niegan que lo hagan, hay evidencia al respecto- han creado un entorno en el que el acuerdo nuclear se hace más difícil.

P. ¿Ahora está congelado totalmente?

R. Sí, más bien.

P. Pero no muerto.

R. No, a mí me toca intentar mantenerlo vivo, pero sabiendo que lo que está ocurriendo en Irán lo hace mucho más difícil.