Visita al campamento de Zamzam, asentamiento de 120 000 desplazados en Darfur Septentrional
Mi visita al campamento de Zamzam en Darfur ha reforzado mi convicción de que la UE tiene que seguir siendo solidaria con las personas afectadas por la crisis humanitaria de Sudán.
El campamento está situado 15 kilómetros al sur de la ciudad de El Fasher, la capital del estado de Darfur Septentrional. Se estableció en 2004, en respuesta a la afluencia de personas desplazadas que huían de la guerra de Darfur. El conflicto, que estalló a finales de 2003 entre los grupos rebeldes y el régimen de Al Bashir, fue escenario de terribles atrocidades y episodios de limpieza étnica, y se calcula que en él murieron alrededor de 100 000 personas.
Aún hoy, más de 9 millones de personas en Sudán necesitan ayuda humanitaria, y casi 2 millones de personas siguen desplazadas de sus hogares. Además, el país acoge a más de 1 millón de refugiados, que dependen principalmente de la ayuda humanitaria para sobrevivir.
Parece que últimamente la situación evoluciona de manera más positiva. Tras la revolución de 2019 y el derrocamiento del régimen de Al Bashir, se formó un nuevo Gobierno civil de transición que puso en marcha un proceso de transición democrática y un ambicioso programa de reformas para tratar de buscar soluciones a estos graves problemas.
Desde su creación, el campamento de Zamzam ha evolucionado hasta parecerse a una ciudad y acoge a muchos niños y jóvenes que nunca han vivido fuera del campamento. Es difícil describirlo, pero estos datos y cifras pueden dar una idea:
- El campamento acoge a más de 120 000 personas (unos 54 000 hogares), la mayoría mujeres y niños.
- Casi la mitad de la población del campamento está en situación de inseguridad alimentaria y muchos niños padecen malnutrición.
- Las principales causas de mortalidad son las enfermedades diarreicas, las infecciones respiratorias y la malaria.
- Hay cerca de 30 escuelas en el campamento, en las que están matriculados unos 25 000 alumnos.
- El campamento cuenta con cinco clínicas fijas y tres móviles, con una media de 16 000 consultas al mes.
Durante mi visita tuve la oportunidad de reunirme con los trabajadores humanitarios y conversar con algunos habitantes del campamento y sus representantes. Observar de primera mano cómo los trabajadores humanitarios hacen todo lo que está en su mano por mejorar la situación a menudo desesperada de los habitantes me dio mucha esperanza. Escuché con tristeza informes detallados de todo lo que les falta a los habitantes del campamento en su vida diaria y de cómo tienen que luchar. Pero a la vez fue muy estimulante ver cómo los trabajadores humanitarios y los habitantes trabajan juntos por un futuro mejor, y es increíble que en un entorno tan difícil uno perciba tanto optimismo y alegría, sobre todo entre los más jóvenes.
El personal médico y los trabajadores humanitarios me enseñaron cómo administran un centro de atención primaria en el que prestan atención médica y administran vacunas y una gran diversidad de tratamientos a la población del campamento de forma gratuita. Es impresionante el trabajo que se lleva a cabo en este centro, dirigido por la ONG Relief International y que cuenta con financiación de la UE.
También hablé con algunos habitantes del campamento, que piden más ayuda y se quejan de las malas condiciones. Además de la falta de comida, agua y medicamentos, sufren violencia de género y una mala gestión.
La visita y las conversaciones que mantuve han reforzado mi convicción de que la Unión Europea tiene que seguir siendo solidaria con las personas afectadas por el conflicto y las crisis humanitarias en Darfur. Desde hace años, la UE proporciona ayuda humanitaria para abordar los inmensos desafíos a los que se enfrentan los habitantes y prevenir el deterioro de la situación en los campamentos de todo Darfur. La UE ha asignado cerca de 550 millones de euros a la asistencia humanitaria en Sudán, destinada principalmente a los Estados de Darfur. Durante mi visita, pude anunciar que se concederían 30 millones de euros más en ayuda humanitaria.
La Unión Europea y sus Estados miembros siguen decididos a responder a las necesidades humanitarias de Sudán. Para ello seguiremos colaborando con nuestros socios de las Naciones Unidas (como el Programa Mundial de Alimentos y UNICEF) y las ONG y apoyaremos al nuevo Gobierno en sus esfuerzos por mejorar las condiciones de vida en todo el país.
La situación ha mejorado mucho en los últimos años, pero aún queda mucho por hacer. En Sudán hay muchos campamentos como el de Zamzam, sobre todo en Darfur. La asistencia humanitaria constituye una ayuda importante, pero sigue sin haber un planteamiento a más largo plazo.
La crisis humanitaria que afecta a Sudán requiere esfuerzos concertados y coordinados para hacer frente a las causas subyacentes y buscar soluciones duraderas. Como Unión Europea, trabajaremos en estrecha colaboración con el Gobierno y con nuestros socios humanitarios y del sector de la ayuda al desarrollo para lograr progresos tangibles. El Gobierno de transición de Sudán ya ha tomado medidas importantes para eliminar las restricciones a los agentes humanitarios y crear un entorno propicio para los trabajadores humanitarios. La UE respalda firmemente al nuevo Gobierno civil, en medio de una frágil transición caracterizada por las dificultades económicas. La consolidación de la transición política de Sudán y el éxito de las reformas políticas y económicas son una condición indispensable para el desarrollo del país y para dar con una solución duradera a los persistentes problemas humanitarios.
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