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Discurso inaugural de la alta representante y vicepresidenta Federica Mogherini en la puesta en marcha de la Iniciativa «Spotlight» de la Unión Europea y las Naciones Unidas para eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas

20.09.2017
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Discurso inaugural de la alta representante y vicepresidenta Federica Mogherini en la puesta en marcha de la Iniciativa «Spotlight» de la Unión Europea y las Naciones Unidas para eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas

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Nueva York, 20 de septiembre de 2017

Solo dará fe el discurso pronunciado.

Muchas gracias.

En primer lugar, quisiera dar las gracias a António [Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas], Amina [Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas] y Neven [Mimica, comisario europeo de Cooperación Internacional y Desarrollo], y también a todos ustedes ya que me consta que las salas no suelen estar llenas en los actos paralelos. Pero, ¡qué acto paralelo hemos organizado!

Gracias a todos por su presencia, que pone de manifiesto que compartimos la idea de que se trata de una prioridad absoluta. Estoy convencida de que si estamos hoy aquí es porque creemos que el cambio es posible, aunque requiera determinación y acción.

Sé que si nos fijamos en las cifras y escuchamos los testimonios — terribles testimonios — es muy fácil caer en la desesperanza. Algunas cifras: Setecientos millones de mujeres en todo el mundo han tenido que contraer matrimonio antes de cumplir los dieciocho años.

Mujeres y niñas migrantes, a veces de muy corta edad, me han referido los abusos que sufrieron durante el viaje. Conocemos a menudo la dramática situación en el mar, pero olvidamos la no menos dramática situación en el desierto. Testimonios imposibles de olvidar, una vez escuchados.

Todos los continentes están afectados. En todas las culturas, en todos los países — incluso en la propia Unión Europea — existen todavía formas de discriminación y violencia. Tres de cada cuatro mujeres que desempeñan una actividad profesional han sido víctimas de acoso sexual, en particular a través de Internet.

Sin embargo, en todo el mundo, las cosas han empezado a cambiar. En treinta años, el porcentaje de niñas menores de quince años casadas se ha reducido a la mitad en Asia meridional. En algunas partes de África, la incidencia de la mutilación genital femenina también ha disminuido un cincuenta por ciento.

Es un avance; no es suficiente, pero es un avance. Los verdaderos avances son aquellos que realmente transforman la vida de las mujeres — y también la de los hombres ya que, permítanme señalarlo, cuando la situación de las mujeres mejora, la situación de la comunidad en su conjunto mejora; la de los hombres, la de los niños, mejoran. Quisiera dar las gracias, además de a las numerosas mujeres que hoy nos acompañan, a los muchos hombres que están hoy aquí, demostrando con su presencia que no se trata de una batalla por las mujeres, sino de una batalla por el conjunto de la sociedad.

Sabemos que, detrás de estos cambios positivos, están la mano del hombre y de la mujer. Conocemos las historias de los líderes de comunidades que han evitado cientos de mutilaciones genitales. Conocemos los casos de las niñas a las que hemos brindado nuestro apoyo después de que dijeran «no» a un matrimonio concertado.

Y sabemos que la cultura puede cambiar, que las normas sociales pueden evolucionar. Es cuestión de educación, legislación, persuasión, buen ejemplo. Historias positivas de mujeres que lograron decir «sí» a la vida y «no» a la violencia, y de mujeres a las que se empoderó y que se empoderaron a sí mismas. Me alegra ver tantas historias positivas en la sala, desde una presidenta hasta las numerosas niñas valientes que han logrado hacer oír su voz.

Por ello, la Unión Europea ya es, con mucho, el primer inversor en igualdad de género y cambio en todo el mundo. Permítanme mencionar tan solo dos iniciativas recientes:

En primer lugar, la Unión Europea ha asumido la dirección del Llamamiento para la protección contra la violencia de género en las situaciones de emergencias. Se trata de una iniciativa a escala mundial que reúne a más de sesenta Estados, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales a fin de garantizar que, desde los primeros momentos de una situación de crisis, todos los agentes humanitarios trabajan de consuno para prevenir y mitigar la violencia de género.

En segundo lugar, me siento muy orgullosa, personalmente orgullosa, de nuestra reciente decisión de firmar, como Unión Europea, el Convenio de Estambul del Consejo de Europa. Cuando era diputada al Parlamento italiano — António se remontó en el tiempo, así que haré lo propio — patrociné la ley de ratificación del Convenio de Estambul. Italia fue uno de los primeros países de la Unión Europea en hacerlo. Y es para mí una verdadera satisfacción personal ver que el trabajo continúa ahora a escala de la Unión Europea. Las leyes y los convenios son importantes. Reconocer el problema y enfrentarse a él forma parte del cambio de mentalidad y de sistema.

Pero la Iniciativa en materia de género que hoy ponemos en marcha — como tan bien ha señalado António — es la primera de este tipo, no solo porque la movilización de recursos no tiene precedentes — algo muy notable — sino porque será gestionada conjuntamente por las Naciones Unidas y la Unión Europea en todos los ámbitos de acción que António acaba de mencionar. Vamos a explotar todo nuestro inmenso potencial; vamos a movilizar a varias agencias de las Naciones Unidas y a todos los servicios de la Unión Europea implicados. Ambas somos entidades complejas, es cierto, pero la ventaja de la complejidad es que cuando ponemos en marcha la máquina esta es muy poderosa. Trabajaremos también con las 140 embajadas de la Unión Europea en todo el mundo para garantizar que esta iniciativa se materializará en todas partes. Y su presencia, hoy, aquí, deberá convertirse mañana en asociación para que, juntos, cambiemos realmente las cosas.

Cuando hablamos de nuestro compromiso con la cooperación internacional y de nuestra fe en el sistema de las Naciones Unidas es precisamente a esto a lo que nos referimos: trabajamos juntos, diariamente, sobre cualquier tema, cualquiera, de la crisis libia a la situación en Siria, pasando por el que hoy nos ocupa. En mi opinión, la Unión Europea y las Naciones Unidas forman una pareja perfecta. Juntos, podemos hacer grandes cosas, y estoy convencida de que el mundo necesita que demostremos nuestro liderazgo y seamos los motores del cambio.

Colaboraremos con las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades locales, además de con los Gobiernos. La Iniciativa no va a ser un proyecto de ayuda al desarrollo al uso; los cambios en las actitudes, los cambios en la cultura, los cambios en las vidas solo pueden provenir del corazón de cada comunidad, de cada sociedad.

Permítanme pues agradecer a António y a Amina su liderazgo y a Neven su compromiso, firme y personal, para poner en marcha esta iniciativa junto con todos nuestros equipos.

Muy a menudo, la violencia contra las mujeres está arraigada en prejuicios y actitudes seculares. El cambio es posible, pero necesita que un verdadero movimiento cultural y social, en el que todo el mundo desempeña su papel, le brinde su apoyo.

Las mujeres deben decir a las demás mujeres que tienen derecho a hacer oír su voz y que el abuso no es nunca, en ningún caso, su culpa. Los hombres tienen una gran responsabilidad. Los hombres tienen que demostrar liderazgo, valor y fuerza, y deben decir a los demás hombres qué está bien y qué está mal. Eso es valor, eso es fuerza. Y, nosotros, madres y padres, tenemos que decir a nuestras hijas que pueden ser lo que quieran en la vida y tenemos que decir a nuestros hijos que es su deber y su responsabilidad proteger y hacer cumplir esa verdad, tan fundamental.

El cambio es posible; lo demuestran los extraordinarios modelos de conducta que hemos reunido en esta sala. Depende de todos nosotros. Y creo que la iniciativa «Spotlight» nos permitirá cambiar la vida de muchas personas.

Muchas gracias.

Enlace al vídeo: http://ec.europa.eu/avservices/video/player.cfm?ref=I143794http://ec.europa.eu/avservices/video/player.cfm?ref=I143794

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