Embajadora Unión Europea en Chile, Stella Zervoudaki: "La Presidencia de la COP es una oportunidad única para encauzar la discusión nacional e internacional respecto a los modelos de desarrollo a seguir"

05.12.2019

-Esta entrevista fue publicada recientemente en el sitio del Programa Euroclima+, en el marco de la COP25.
-EUROCLIMA+ es un programa financiado por la Unión Europea, que ofrece una amplia gama de servicios especializados orientados a apoyar la implementación de los compromisos del Acuerdo de París en el ámbito de la gobernanza climática, del financiamiento y la asistencia técnica para la ejecución de proyectos con los países latinoamericanos.

1. Esta COP 25 ha enfrentado varios contratiempos: primero fue Brasil que renunció a su compromiso de anfitrión, después Chile ha tenido que cancelar el evento debido a las movilizaciones sociales que vive el país desde hace un mes, y finalmente la COP 25 tendrá lugar en Madrid. Sin embargo, a pesar de perder su rol de anfitrión, Chile conserva la Presidencia de la COP 25, ¿Esto qué implica?

Efectivamente Chile mantiene la presidencia de la COP25 y esto es un compromiso que se desarrollará durante todo el 2020, hasta la próxima cumbre en Glasgow. Este rol permitirá dar continuidad a los esfuerzos nacionales y regionales que ya se habían iniciado, como el trabajo científico, el fortalecimiento de gobiernos locales,  iniciativas vinculadas a economía circular, finanzas climáticas y electromovilidad, entre otros.  

Este esfuerzo demuestra la pertinencia de la acción climática para el desarrollo sostenible en Chile y la región, donde se promueva el equilibrio entre el desarrollo social, económico y ambiental. Hacer esto requiere un liderazgo decidido por parte de la presidencia chilena de la COP, ya que para actuar se deben generar acuerdos y compromisos entre las partes, junto con una respuesta multilateral relevante. El Gobierno de Chile guiará este trabajo durante el 2020, que es el año donde se deberán revisar las metas establecidas en el Acuerdo de Paris del 2015, las cuales deberemos cumplir entre todos: ciudadanos, gobiernos y sector privado. 

Finalmente, la presidencia de la COP es una oportunidad única para encausar la discusión nacional e internacional respecto a los modelos de desarrollo a seguir, de cara a los desafíos actuales. Sin duda el cambio climático es un eje articulador que deberá ser integrado en las soluciones que se construyan en Chile y la región.

La PRE-COP fue en Costa Rica, y ahora Chile asegura la Presidencia, ¿El hecho de que estos eventos estén organizados en y/o por países latinoamericanos, qué tipo de impacto puede tener en toda la región?

América Latina es un continente muy expuesto a los impactos del cambio climático y al mismo tiempo es muy consciente de que solamente la cooperación internacional puede dar una respuesta coordinada y efectiva a este fenómeno. Debemos recordar que el cambio climático no conoce fronteras por lo que la articulación entre todos los países es hoy en día más importante que nunca. Todo el trabajo desarrollado durante este 2019 en el marco de la COP25 ha permitido posicionar el cambio climático como uno de los temas más relevantes de la agenda regional. Vemos con satisfacción que muchos países latinoamericanos se encuentran avanzando en la creación de Leyes Nacionales sobre cambio climático y en estrategias concretas de mitigación y adaptación. 

También a nivel regional, uno de los temas prioritarios es generar herramientas para proteger su megadiversidad. Por ejemplo,  la cuenca del Amazonas cuyos bosques generan la mayor parte de las lluvias del continente, juega un rol clave en la regulación del clima mundial. Es por esto que en la COP estaremos apoyando a aquellas comunidades que luchan por la protección de los bosques y un buen manejo de la tierra. En la misma línea, el artículo 6 del Acuerdo de Paris, que se refiere a los esquemas de mercados de emisiones y que será una de los temas centrales de negociación en la COP25, requiere una discusión importante respecto al rol de los bosques como sumideros de carbono, entendiendo también el papel que juegan en la preservación de la biodiversidad y en la regulación de servicios climáticos a nivel mundial. 

Finalmente, es importante señalar que la meta establecida por el gobierno de Chile de alcanzar la carbono neutralidad de aquí al 2050 es una señal muy poderosa para la región y que se encuentra alineada además con los objetivos climáticos que también se ha propuesto la Unión Europea. 

Esta COP es la COP de la ambición, ”del tiempo de actuar”, ¿Cuáles son para usted las claves para aumentar la ambición a nivel de compromisos globales en materia de cambio climático?

En primer lugar, para aumentar la ambición climática es clave el reconocer la urgencia del fenómeno al que nos enfrentamos y la necesidad de actuar pronta y efectivamente. Este sentido de urgencia es clave si queremos realmente evitar una crisis mayor. Hemos visto que en Europa, el Parlamento Europeo acaba de decretar una resolución en la que señala que el planeta vive una "emergencia climática". Esta declaración es una llamada muy potente para que a nivel político se redoblen los esfuerzos para frenar el cambio climático y es también una señal para la ciudadanía, en especial para los más jóvenes, de que su voz ha sido escuchada. 

En segundo lugar, es importante entender que esto sólo lo lograremos con una muy buena coordinación entre todos los sectores de la economía y con una acción consiente y responsable de la ciudadanía. Ésta última juega un rol clave en el fomento de políticas sostenibles de parte de los gobiernos y en la transformación hacia un consumo cada vez más consciente y responsable. 

Finalmente, para aumentar la ambición se requiere realizar una inversión importante de recursos técnicos y financieros. En esta línea, la nueva presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, ha puesto la agenda climática como eje prioritario de su mandato. Ha establecido para ello la realización de un Nuevo Acuerdo Verde (Green New Deal), que incluye no sólo lograr la carbono neutralidad, sino que el establecimiento de un Pacto Climático Europeo que integre a regiones, comunidades locales, sociedad civil e industria para el desarrollo de compromisos que permitan transformaciones en toda la sociedad. Dentro de las medidas más relevantes se incluyen el implementar un Fondo de Transición Justa para aquellas regiones con uso más intensivo de carbón, energía e industrias; coordinar el trabajo en torno a economía circular y generar una estrategia para la alimentación sostenible "De la granja al Tenedor". También se buscará asegurar que las políticas impositivas permitan cumplir con la ambición climática, incluyendo el impuesto de frontera de carbono (Carbon border tax) y la revisión de la directiva de impuestos energéticos. 

Creemos que este tipo de medidas profundas y transformacionales son las únicas que nos permitirán afrontar los graves desafíos a los que nos enfrentamos. 

¿Cuál es el valor añadido de la cooperación UE-LAC en materia de cambio climático, a través de programas tales como EUROCLIMA+?

Antes que nada, este tipo de programas ponen a distintos actores de todos los países de la región en el plano de la cooperación, el diálogo y el intercambio de experiencias. El poder generar estos espacios para compartir conocimientos y fortalecer técnicamente a quienes trabajan en esta área ha permitido robustecer la gobernanza climática en los países de la región y acortar los tiempos de implementación para tener resultados más efectivos ante la urgencia climática. A nivel regional, el apoyo dado por Euroclima+ ha sido fundamental para la evaluación y seguimiento de las Contribuciones Nacionales Determinadas –NDCs- la discusión en torno al precio al carbono, la igualdad de género en la acción climática y el uso de las finanzas públicas para acelerar una transición hacia una economía baja en carbono.

Adicionalmente, para lograr concretar las metas que sabemos que debemos cumplir si queremos frenar el calentamiento global, es evidente que los países necesitan apoyo financiero y técnico. En este ámbito es clave el rol de los programas de cooperación internacional y financiamiento multilateral, como Euroclima+, los cuales no sólo brindan recursos financieros, sino que también expertice técnica y acompañamiento estratégico, sin los cuales difícilmente se podría avanzar al ritmo necesario. 

Especial mención se debe hacer a las iniciativas sectoriales que se han desarrollado entre varios países de la región en temas como el manejo y reducción de riesgos de desastres, la eficiencia energética y la movilidad urbana. A nivel nacional es muy relevante el apoyo que Euroclima+ ha dado al Ministerio de Medio Ambiente de Chile para la elaboración de la Ley Marco de Cambio Climático. A escala local también se han desarrollado programas vinculados, por ejemplo, a la promoción de la  movilidad urbana sostenible en Antofagasta. También será muy importante el trabajo que se llevará a cabo durante el 2020 para el desarrollo de la Estrategia Climática de Largo Plazo. Vemos entonces que gracias al apoyo de la Unión Europea se ha avanzado a nivel local, nacional y regional para fortalecer la acción climática en Chile y la región.

 

Créditos fotografía: RedMAD