EP Plenary: Remarks by High Representative/Vice-President Josep Borrell on annual reports about EU foreign affairs, security and defence

17.01.2023
Strasbourg
EEAS Press Team

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Thank you, Ms President. 

Y gracias también a los dos rapporteurs de estos informes [David McAllister y Tom Vandenkendelaere], gracias por su trabajo. Son importantes contribuciones en el proceso para convertir a la Unión Europea en un actor geopolítico.  

Como ustedes han dicho, muchas cosas han cambiado desde el mes de febrero pasado. Hemos girado una página crucial de la historia. La invasión rusa de Ucrania es un evento de importancia secular que está mandando sus ondas de choque a todo el mundo. 

Hace unos días, hubo en las Naciones Unidas un debate sobre el “Rule of Law” en el mundo y el secretario general [de las Naciones Unidas, António Guterres] lo dijo con palabras muy acertadas. Hemos tenido la invasión rusa en Ucrania. Hemos tenido el peor año desde el punto de vista de los muertos en Palestina e Israel, el terrorismo y la inseguridad alimentaria en el Sahel, el programa nuclear de Corea del Norte, el apartheid basado en la distinción de géneros en Afganistán, el golpe militar en Myanmar, la situación humanitaria en Haití y tantos otros problemas. Lo que vemos en todos ellos es el retorno a gran escala del “power politics”.

Y frente a esto, frente a este mundo de incertidumbre radical, la Unión Europea tiene que responder - como creo que lo hemos hecho en el caso de Ucrania - con sanciones, con ayuda militar en una dimensión que nunca se había hecho antes.  

Más de 15.000 soldados ucranianos van a ser formados en nuestras misiones militares que he visitado recientemente en Polonia. Vamos a aprobar el séptimo paquete de ayuda a través de la European Peace Facility, y nuestra ayuda combinada civil, militar y financiera nos sitúa en el primer lugar mundial.  

Además de esto, como dice el informe, hemos continuado nuestro compromiso con nuestra vecindad inmediata: en Ucrania, por supuesto, pero también en Moldova, en Bosnia y Herzegovina, en todos los Balcanes, en Kosovo y Serbia, en Armenia y en Azerbaiyán.  

Hemos visto la emergencia de China. Una China que, en este encuentro en las Naciones Unidas, decía alto y fuerte que no cree en ese “rules-based international order”, que es un concepto ambiguo que, a fin de cuentas, solo pretende establecer la supremacía del mundo occidental. Tengamos cuidado con nuestra dependencia económica de China. Ahora somos más dependientes en China cara a la transición verde, de lo que hemos sido con respecto a la energía en Rusia. 

Tenemos que continuar construyendo una capacidad de resistencia y diversificación de nuestras cadenas de suministro. Eso también es importante para nuestras relaciones con nuestra vecindad del Sur, con África, con Asia Central y con América Latina.  

La competencia entre Estados Unidos y China está siendo la principal fuerza estructurante de este orden global, pero aparecen otros actores: Turquía, India, Brasil, África del Sur, Nigeria, México e Indonesia. Cito ejemplos de lo que pueden ser considerados “swing states” a una escala global, países que no quieren situarse ni de un lado ni del otro, que defienden sus intereses y que de alguna manera constituyen la estructura de eso que se llama hoy el “Global South”. Países que no quieren tomar partido explícitamente en esa confrontación entre Rusia y el mundo occidental, y que no podemos forzar a que lo hagan, sino que tenemos que entender cuáles son las causas de sus preocupaciones. 

Hemos de ser más proactivos. Hemos de hacer que se nos perciba como lo que tenemos la ambición de ser: una fuerza que contribuya al progreso global, en la lucha contra el cambio climático y contra la desigualdad. El desarrollo del orden multilateral justo que permita hacer frente a las crisis energéticas y de alimentación pero también a la construcción de sociedades más cohesionadas. 

En materia de seguridad, hemos avanzado en la aplicación de la Strategic Compass que pretende hacer a la Unión Europea más resistente como un actor que provea seguridad, con ejércitos más modernos y más interoperables. Hemos avanzado en la Rapid Deployment Capacity y el siguiente paso es desarrollar, por primera vez, ejercicios en tiempo reales, en el mar y en tierra, que empezarán con la próxima presidencia española.  

La guerra en Ucrania nos obliga a aumentar significativamente nuestro nivel de ambición en inversiones en defensa. Hemos, no solamente de gastar más, sino, sobre todo, gastar mejor. Y eso quiere decir gastar juntos. Y para eso tenemos PESCO – que hay que seguir desarrollándola –, el Fondo Europeo de la Defensa, [y] la obligación de reponer nuestros stocks militares que la guerra en Ucrania ha vaciado. Cuento con ustedes para que ayuden a desarrollar el Joint Procurement Act para reforzar, también, la base industrial de nuestra defensa.  

Hemos también de aumentar nuestra capacidad de responder a las amenazas híbridas, a los ciberataques y proteger nuestras infraestructuras críticas.   

Señoras y señores diputados, 

Durante mi examen, mi confirmación como High Representative allá por el 2019, dije que Europa tenía que hablar el lenguaje del poder y convertirse en un actor geopolítico. Estamos avanzando en ese terreno, pero ciertamente todavía nos queda mucho por hacer.  

La invasión rusa de Ucrania ha sido un estímulo y un argumento para seguir haciéndolo. Cuento con ustedes para avanzar más rápido y más lejos.  

Muchas gracias.  

Link to the video (starting at 8:35): https://audiovisual.ec.europa.eu/en/video/I-235625

 

Closing remarks

Muchas gracias, señor Presidente. Muchas gracias, señoras y señores diputados.

Han sido muchas y muy interesantes intervenciones que han demostrado el amplio espectro ideológico que hay en este Parlamento porque sobre casi todas las cuestiones hemos oído posiciones radicalmente opuestas.

Señor Presidente,

Teniendo en cuenta la cantidad y la variedad de las intervenciones que he tenido el honor de escuchar, voy a pedirle su benevolencia para que mi intervención rebase un poco los 5 minutos que me son concedidos, sobre todo teniendo en cuenta que soy una de las pocas personas que ha estado presente todo el debate – que he seguido con mucho interés.

Señor Presidente, señoras y señores diputados,

Antes de nada, tengo que agradecer a los rapporteurs, a los señores [David] McAllister y [Tom] Vandenkendelaere, por su trabajo. Gracias por su contribución y a todos ustedes, también, por sus aportaciones.

De los muchos temas tratados, aunque quizá no el más tratado, ha sido Irán - y no puedo cerrar este debate sin hacer una referencia a esta situación. Tenemos muchos desafíos, pero Irán es uno de los más difíciles. La represión brutal de los manifestantes y el uso de la pena capital es algo que consideramos inaceptable, como lo es el apoyo militar a Rusia en su agresión a Ucrania. Personalmente, he transmitido este mensaje a mis contrapartes iraníes en varias ocasiones. Ellos niegan que verdaderamente se estén entregando armas a Rusia, pero creo que la realidad es tozuda. En base a esa realidad, hemos adoptado cinco paquetes de medidas restrictivas: tres en base a la violación de derechos humanos y dos en base a la entrega de drones a Rusia.

Pero creo que, a pesar de eso, hay que preservar canales de comunicación en lo que se refiere al Tratado nuclear - al famoso JCPOA - que es un tema aparte. Creo que hay que hacer todos los esfuerzos posibles para evitar que Irán disponga del arma nuclear y no conozco otro método mejor para hacerlo que el JCPOA.

Señoras y señores diputados,

Como digo, sus intervenciones han sido ricas y múltiples. Sin querer intervenir en sus debates políticos internos, creo que hay algo que no podemos aceptar en esta Cámara, que es decir que algún partido político no merece ser votado. Yo creo que hay que dejar a los electores que decidan cómo utilizar su voto y a qué partido político quieren votar. Y eso es lo que hace la riqueza y la variedad de la representación política que aquí se sienta.

Quiero también agradecer que este informe recoja de manera explícita un amplio apoyo al rol del alto representante [para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad] y a la construcción de una política exterior y de seguridad común. Que pidan ustedes más medios y capacidades para el Servicio Europeo de Acción Exterior que ciertamente a las necesita. Que apoyen el desarrollo de una verdadera Escuela Diplomática Europea, como estamos haciendo. Espero estar a la altura de sus demandas.

También quiero decirles que algunos de ustedes han pintado una imagen de Europa, lo que es y lo que, según ustedes, pretende ser, que no se corresponde con la realidad. No estamos queriendo construir el “ejército europeo” en singular. Los ejércitos europeos van a seguir allí como representantes de la soberanía de los Estados miembros que siguen siendo los competentes en materia de defensa. Nuestro objetivo es mucho más modesto pero importante, que es conseguir la interoperabilidad de las capacidades militares de los Estados miembros, para conseguir que los recursos de cada uno se multipliquen en un esfuerzo coordinado y compatible.

Hay muchas de sus afirmaciones que son imposibles de rebatir, como cuando alguien ha dicho que hay que ser razonables. Pues sí, claro, hay que ser razonables. No creo que nadie venga a esta Cámara a decir que no hay que ser razonables, claro. ¿Pero en qué consiste ser razonables?

Como otros que dicen que todos queremos un mundo justo. No creo que nadie venga a esta Cámara a pedir un mundo injusto, claro. Todos queremos un mundo justo. Un pequeño problema es definir en qué consiste un mundo justo y en qué consiste ser razonable. ¿Es razonable, pedir que se entreguen a Ucrania armas más potentes, como los famosos tanques Leopard, o eso no es razonable? ¿Dónde empieza y dónde acaba la razón y la sin razón? En eso debería consistir un verdadero debate. Y aquí he escuchado voces pidiendo que sí, que se entreguen a Ucrania armas para poder seguir defendiéndose, y voces que dicen que no, que tal cosa no se debe hacer porque corremos el riesgo de escalar el conflicto.

Señoras y señores diputados,

Creo que ha estado el honor de Europa ayudar militarmente a Ucrania a defenderse de la agresión que está sufriendo. Y yo, como Alto Representante, quiero una vez más decir aquí que he consagrado mucho esfuerzo a hacer que eso fuera posible: a construir la unidad de los países de los Estados miembros de la Unión en torno a decisiones que han permitido a Ucrania resistir, y que le deben permitir seguir resistiendo los ataques brutales que está sufriendo. Creo que seguirá siendo el honor de Europa ayudar a ese país; no solo militarmente, también económicamente y financieramente.

Por si acaso les parece razonable o irrazonable, déjenme que les diga que si suman ustedes el importe de la ayuda que Europa ha dado a Ucrania – financiera, económica y militar –, directamente desde las instituciones europeas o a través de los Estados miembros, nos estamos acercando a 50.000 millones de euros. Lo que nos sitúa en primer lugar entre los países o los grupos de países, desde el punto de vista de la cantidad de ayuda que hemos prestado a Ucrania. Por encima, incluso, de Estados Unidos. Esta es la realidad de las cifras. No sé si les parece razonable o no. Pero a mí, no me parece todavía suficiente. Y no lo será mientras Ucrania siga siendo destruida sistemáticamente por el ejército de la Federación Rusa. Habrá que seguir ayudando a ese país, no solamente militarmente y habrá que seguir teniendo abierta la puerta a una solución diplomática del conflicto, claro que sí.

Pero para hace la paz hacen falta dos. Para hacer la guerra, basta con uno. Y Europa tiene que entender, y creo que en eso consiste la definición de una Europa geopolítica, que no solamente es necesario ser una potencia comercial que defiende los derechos humanos, el Estado de Derecho. No basta: no basta con ser un soft power. Tenemos también que trasladar a nuestras políticas exteriores la capacidad de utilizar lo que se llama hard power sin que eso tenga que ser necesariamente militar. Es decir, la capacidad de influir con nuestras fuerzas restrictivas los comportamientos de otros. Porque no siempre los demás prefieren la norma a la fuerza. Eso es lo que es la Unión Europea: la preferencia de la norma sobre la fuerza, y eso es lo que le ha permitido construir una época de paz como nunca hemos tenido antes.

Pero, desgraciadamente, vivimos en un mundo donde no todos piensan igual. Y algunos prefieren la fuerza frente a la norma. Frente a ellos, tenemos que tener la capacidad de responder. 

Por eso, no renuncio al ideal kantiano de Europa, ni renuncio a la herencia liberal, lo que esta Unión Europea representa. Siempre preferiremos la resolución pacífica de los conflictos. Siempre preferiremos que la norma regule las relaciones mundiales. Pero hemos de estar preparados para hacer frente a un mundo que no es como nos gustaría [que fuese].

Muchas gracias, señoras y señores diputados.

Link to the video: https://audiovisual.ec.europa.eu/en/video/I-235627

Nabila Massrali
Spokesperson for Foreign Affairs and Security Policy
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Peter Stano
Lead Spokesperson for Foreign Affairs and Security Policy
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