Proteger la biodiversidad... Garantizar los alimentos...

La protección de la biodiversidad es fundamental para salvaguardar la seguridad alimentaria mundial. Este fin de semana se celebró el Día Mundial de las Abejas y el Día Mundial de la Biodiversidad. En nuestro planeta hay más de 20 000 especies de abejas. Son esenciales para la polinización, que es crucial para toda la vida en la Tierra. Los polinizadores afectan al 35 % de las tierras agrícolas mundiales y apoyan la producción de 87 de los principales cultivos alimentarios de todo el mundo. A la luz de la crisis de Ucrania, el papel de las abejas y los polinizadores reviste aún mayor importancia.

 

 

La biodiversidad sigue siendo la respuesta a varios retos en materia de desarrollo sostenible. Desde las soluciones basadas en la naturaleza hasta el clima, los problemas de salud, la seguridad alimentaria y del agua y los medios de subsistencia sostenibles, la biodiversidad es la base sobre la que podemos reconstruir mejor. De ahí el lema del Día Mundial de la Biodiversidad de este año: «Construir un futuro compartido para toda la vida». Este es el mensaje principal del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), porque necesitamos que el mundo llegue a un acuerdo sobre un sólido marco mundial en materia de biodiversidad con el fin de «doblar la curva» de la pérdida de biodiversidad.  

La Estrategia de la UE sobre la biodiversidad de aquí a 2030 pondrá la biodiversidad europea en la senda de la recuperación en beneficio de las personas, el clima y el planeta. Es una parte fundamental del Pacto Verde Europeo.

En el contexto posterior a la COVID-19, la estrategia busca reforzar la resiliencia de nuestras sociedades frente a amenazas futuras, tales como:

  • los efectos del cambio climático
  • los incendios forestales
  • la inseguridad alimentaria
  • los brotes de enfermedades, en particular protegiendo la fauna silvestre y luchando contra el comercio ilegal de especies silvestres.

Los efectos de la pérdida de biodiversidad ya están aquí

La salud de las personas y del planeta solo será igual que la de todos los ecosistemas de los que dependemos.

La naturaleza nos proporciona los alimentos que comemos, filtra el agua que bebemos y nos da el aire que respiramos. La naturaleza sostiene nuestro bienestar mental y físico y es fundamental para la capacidad de nuestra sociedad de hacer frente al cambio climático, las amenazas para la salud y las catástrofes.

Pero la actividad humana insostenible la ha puesto en peligro.

Desde 1970, el planeta ha perdido el 60 % de las poblaciones de animales vertebrados, lo que supone la desaparición de más de la mitad de las aves, los mamíferos, los reptiles, los anfibios y los peces que habitan el mundo en tan solo 50 años. Alrededor del 75 % de la superficie terrestre y el 40 % de los entornos marinos han sufrido cambios drásticos.

El uso insostenible de la tierra y el mar, la sobreexplotación de los recursos naturales, el cambio climático, la contaminación y las especies exóticas invasoras son los factores que más influyen en la pérdida de biodiversidad.

Entre el 30 y el 50 % de los manglares han muerto o han sido eliminados en los últimos 50 años. Los mares también están sufriendo. En la actualidad hay más de 400 zonas muertas en los océanos de todo el mundo, principalmente como consecuencia de la escorrentía de fertilizantes que entra en los océanos, y la basura marina y los plásticos tienen un impacto devastador en la vida marina. En los últimos 20 años, los residuos plásticos en el mar han aumentado un 49 %, matando cada año a miles de animales marinos. Se ha destruido casi el 50 % de los arrecifes de coral. Y también se ha producido una importante pérdida de biodiversidad en Europa.

Las plantas no pueden reproducirse si no se polinizan

El viernes celebramos el Día Mundial de las Abejas y nos centramos en ellas como las polinizadoras por excelencia. Sin embargo, puede resultar sorprendente saber que polillas, moscas, avispas, escarabajos y mariposas, además de otros animales, también polinizan las plantas. Entre los polinizadores vertebrados se incluyen los murciélagos, mamíferos no volantes, como varias especies de monos, los roedores, las ardillas arborícolas y aves como los colibrís y algunas especies de loros. La abundancia y diversidad de los polinizadores garantiza la prestación continuada de servicios de polinización a múltiples tipos de plantas, lo que da lugar a una mejor alimentación y a ecosistemas estables y saludables en general.

Sin embargo, los polinizadores experimentan un marcado declive. Su desaparición supondría un grave riesgo para la naturaleza y nuestra propia existencia. Aún podemos evitar esta crisis si todos aunamos fuerzas.

Los ciudadanos de toda Europa se esfuerzan por hacer frente al drástico declive de los polinizadores. Todos tenemos que cooperar para hacer frente eficazmente al reto. La iniciativa de la UE sobre los polinizadores fue una primera respuesta a la grave disminución de los insectos polinizadores en Europa. La iniciativa se está revisando y contribuirá a alcanzar el objetivo del Pacto Verde Europeo de invertir el declive de los polinizadores de aquí a 2030, garantizando que puedan seguir aportando beneficios esenciales a la naturaleza y a los seres humanos. Hasta el 9 de junio está abierta una consulta pública sobre la revisión de la iniciativa de la UE sobre los polinizadores.

Un faro de esperanza

Pollinator Park, el parque de polinizadores de Beatrice Kukac, diseñado en colaboración con Vincent Callebaut, «arquibiotecto» de fama mundial, es una atractiva experiencia de realidad virtual interactiva, de 30 minutos de duración, que sumerge al visitante en un mundo futurista en el que el hombre y la naturaleza coexisten en armonía. El objetivo del parque de polinizadores —refugio seguro para los polinizadores y llamada de atención para los visitantes— es que cambiemos de perspectiva e invirtamos la tendencia.

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¿Qué se puede hacer para proteger la biodiversidad?

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