Unión por el Mediterráneo: Declaraciones del Alto Representante/Vice-Presidente Josep Borrell durante la conferencia de prensa conjunta tras el Foro Regional

24.11.2022
Barcelona
EEAS Press Team

¡Solo es auténtico el texto pronunciado!   

Gracias a España y a su Ministro de Asuntos Exteriores, [José Manuel Albares], por su hospitalidad. Gracias al Secretario General de la Unión por el Mediterráneo (UpM), [Nasser Kamel] por su permanente compromiso. Gracias al Ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, [Ayman] Safadi, por su excelente cooperación como co-presidente conmigo de la Unión por el Mediterráneo. Y al Comisario [de Vecindad y Ampliación], Olivér Várhelyi, por su dedicación a los trabajos de vecindad y partenariado con los países del Mediterráneo.  

Permítanme unas palabras sobre el contexto en el que esta reunión está teniendo lugar. El mundo se encuentra en una situación difícil, mucho más difícil que hace un año. Cuando nos reunimos aquí hace un año, sí, estábamos recuperándonos del COVID, de la pandemia; sí, el cambio climático ya estaba allí. Pero ahora nos encontramos con una recuperación abortada por las consecuencias económicas de la agresión de Rusia contra Ucrania, y por un cambio climático que ya no es una amenazada para mañana, sino que tiene sus consecuencias bien presentes hoy.  

La invasión rusa de Ucrania ha devuelto la guerra a las fronteras de Europa, en plena violación del derecho internacional y de los fundamentos de nuestro sistema multilateral. Pero ha provocado una crisis alimentaria y energética que afecta a todo el mundo, en particular a nuestros vecinos del Mediterráneo, a todos los países emergentes. Ha abortado el crecimiento que estaba empezando a producirse, y está poniendo las bases para una crisis financiera más inflación y menos crecimiento. Más sufrimiento humano que se añade a los numerosos conflictos ya existentes, como bien saben nuestros socios del sur.  

Ese es el contexto en el que tiene lugar esta reunión. Este contexto la hace todavía más importante. Somos vecinos – sí, claro, somos vecinos, aunque no queramos. Somos vecinos porque la geografía nos hace vecinos. Pero, muchas veces, los vecinos no se llevan bien. Lo importante no es ser solo vecinos, algo que no podemos evitar nos guste o no nos guste. Lo importante es que formemos una comunidad, que superemos nuestros problemas y que trabajemos juntos para hacer frente a aquellos que nos son comunes. En este sentido, permítanme que me alegre del anuncio que ha hecho el Ministro español [Albares] de que Macedonia del Norte se une a esta comunidad. 

Se nos dice, y con razón, que la Unión Europea está muy ocupada con lo que está pasando en Ucrania, sin duda. ¿Es una crítica? No, no es una crítica, es una consideración que se hace, y es cierta. ¿Cómo no vamos a estar ocupados con lo que ocurre en Ucrania? Si miran un mapa de Europa de noche, la verán iluminada y verán una gran sombra negra: es Ucrania, donde no lucen las luces, donde un tercio de la población ya no tiene acceso a la energía eléctrica, y donde los bombardeos rusos amenazan con destruir completamente la provisión de electricidad – es decir, de calefacción - en el medio del invierno. 

Estamos preocupados y ocupados por lo que ocurre en Ucrania, y eso no disminuye nuestra atención y nuestro compromiso con nuestros amigos y socios del sur. Esta preocupación y ocupación también con el sur nos obliga a reconocer que la brecha entre los dos lados del Mediterráneo de la que hablaba el año pasado aquí en Barcelona, esa brecha enorme que separa dos orillas cada vez desiguales, no se ha cerrado. Un año después, tengo que repetir lo que dije el año anterior y decir que, además, las cosas no van a mejor, sino que esa brecha sigue creciendo – no solo entre el norte y el sur, si no también entre los países del sur, que aumentan sus diferencias y no resuelven algunos de sus conflictos.  

Eso nos debe preocupar a todos porque la mitad de la población de nuestros vecinos del sur tiene menos de 24 años. Es una población muy joven que busca oportunidades para su desarrollo personal. Hay que impulsar ese desarrollo y también la movilidad regulada de las personas: para luchar contra la inmigración irregular, la mejor forma es buscar vías de inmigración regular, que equilibren las dos demografías tan diferentes. 

Europa está en un invierno demográfico y África del Norte está en plena expansión demográfica. Hay que ofrecer oportunidades, hay que propiciar la transición ecológica. Energéticamente, tenemos unas relaciones enormes que no hace falta que describa. Pero hay que desarrollar esta relación energética, en la perspectiva de la transición ecológica.  

Hay que impulsar la estabilidad y la integración regional. La rivera sur del Mediterráneo es una de las regiones menos integradas económicamente del mundo. Los vecinos tienen problemas de relación y nuestro partenariado debería ayudar a resolverlos.  

Hoy hemos hablado de muchas cosas: sobre el crecimiento, sobre infraestructuras digitales. El Comisario [para la Vecindad y Ampliación, Oliver Várhelyi] firmará después un acuerdo con nuestros bancos de inversión, para propiciar el desarrollo de las redes digitales. Hemos hablado con los jóvenes. Los jóvenes han estado presentes en nuestra reunión.

Hemos de aumentar nuestros compromisos, pero sobre todo hemos de desarrollarlos más rápidamente. La autocrítica que hoy han hecho muchos ministros pasa por eso: por reconocer que tenemos que ser más rápidos en nuestra acción, porque esta acción no se desarrolla al ritmo de los problemas a los que tenemos que hacer frente.  

Eso es lo que quisiera sacar como resultado de esta primera reunión, que seguirá otra esta tarde. Espero que eso sirva de acicate para elevar el nivel político, como ha pedido el Ministro español, y que pueda celebrarse una reunión en la cumbre entre los líderes de los países del Mediterráneo que no se celebra desde hace muchos, demasiados años. 

Muchas gracias. 

Q&A 

Q. The UfM presents regionalisation and cohesion as a key process. However, regional integration cannot be limited to the economic field or only by addressing climate issues. The process should benefit all Mediterranean citizens. In this sense, how do you address the issue of international mobility and the problem of immigration, about which you spoke earlier? What role can the UfM play in this policy? 

Ciertamente, como he dicho antes y todo el mundo es consciente de ello, el Mediterráneo no es solo una separación entre dos regiones de muy diferente renta per cápita, sino de una demografía muy distinta. Cuando uno combina demografías de un lado declinantes y del otro pujantes, y rentas per cápita que divergen, eso inevitablemente crea un gradiente – que decimos los matemáticos - que impulsa la movilidad humana. Eso casi diría que es física de los movimientos. Es así, y va a seguir siendo así.  

La solución pasa por dos grandes líneas de acción. [La primera es] ayudar al desarrollo del sur para cerrar el “gap” económico, y en cuanto se cierre el gap económico también va a disminuir el “gap” demográfico porque hay una relación entre renta per cápita y natalidad – que está sobradamente demostrada. Eso quiere decir, en la línea de lo que señalaba el Comisario [Várhelyi], más aportación de capital financiero y tecnológico para propiciar el desarrollo in situ de esos jóvenes que buscan un futuro y debería ser posible que lo encuentren en su casa. Eso es, seguramente, la variable de control más importante que no tiene efectos milagrosos de la noche a la mañana, pero es en la que hay que insistir: hay que propiciar el desarrollo local. Nosotros, la parte norte del Mediterráneo tenemos capacidades tecnológicas y financieras, y tenemos mercados que se pueden abrir para propiciar ese desarrollo. 

Mientras eso no ocurra, la segunda variable es la regulación de los flujos. Nada peor que un flujo mal regulado porque provoca muertes y provoca inquietud. Los ciudadanos europeos ven la inmigración como un fenómeno que les preocupa porque es un fenómeno que se desarrolla, muchas veces, sin la necesaria regulación. Los ciudadanos africanos que se juegan la vida intentando pasar el Mediterráneo, ¿qué les voy a contar? Por lo tanto, sí, hay que luchar contra la inmigración irregular, y propiciar vías estables y reguladas de migración que sean de acordes con la capacidad de absorción de las sociedades europeas y con sus necesidades de aportación de fuerza de trabajo. Es evidente que, en muchos países europeos, los mercados laborales y los sistemas sociales necesitan de una aportación del exterior. El caso de España es un caso clarísimo porque, aparte de los que intentan cruzar el Mediterráneo, recibimos cada año - Ministro [Albares], corrígeme si me equivoco – más de 40.0000 inmigrantes que vienen de América Latina y que no llegan en patera, llegan en avión y por eso son menos visibles. Pero, sin ellos, ¿cómo haríamos funcionar nuestra sociedad? Eso ocurre en otros países europeos, más en unos que en otros.  

Por lo tanto, nuestro trabajo en común pasa por esas dos líneas de acción: hay que favorecer el desarrollo local y hay que controlar los flujos migratorios luchando contra la inmigración, a la que no voy a llamar ilegal, porque ningún ser humano es ilegal, pero sí irregular – que crea muertes y genera una sensación de angustia, de preocupación, de temor en las sociedades receptoras que es el caldo de cultivo de muchas propuestas políticas que ofrecen soluciones falsas a problemas reales. 

Q. En primer lugar, ¿cómo se ha llegado al acuerdo con Kosovo a propósito del tema de las matrículas? ¿Cómo queda la situación a partir de ahora, puesto que en las últimas horas ha habido, pues, protestas por la parte serbio-kosovar? También, en segundo lugar, lo ha apuntado en alguna respuesta. ¿Puede avanzarnos algún aspecto más del plan migratorio que se presentará mañana? Por último, ¿en qué situación está la defensa del espacio aéreo europeo, a raíz de la polémica generada por la caída del misil en Polonia? 

No es una pregunta, son varias preguntas y además cubren un espectro muy amplio, y ninguno tiene que ver con la reunión de hoy. No sé si mis colegas me permiten que intente contestar al menos aquella que es de más actualidad, y en la que la Unión Europea se ha visto más involucrada – que es este acuerdo forjado en las últimas horas entre Kosovo y Serbia.  

Yo me alegro mucho de ese acuerdo porque estuvimos batallando desde el mes de agosto pasado para conseguirlo. Estuvimos a punto de conseguirlo el lunes. No fue posible pero, 48 horas después, me alegro de que se haya recapacitado y que los dos negociadores de Kosovo y Serbia fuesen a Bruselas y, ayer por la noche, cuando yo estaba aterrizando en Barcelona, pude compartir con el Ministro español que había un acuerdo bajo la facilitación de la Unión Europea y mi Representante Especial [para el Dialogo entre Belgrado y Pristina, Miroslav Lajčák] que se ocupa directamente de estos temas. Las dos partes han conseguido ponerse de acuerdo y aceptar una propuesta que está basada en la desescalada de la crisis para podernos concentrar en lo que realmente importa, que es la normalización de las relaciones entre Pristina y Belgrado.  

¿En qué consiste el acuerdo? Básicamente, es muy sencillo. Serbia se compromete a dejar de emitir placas de matrícula con los nombres de las ciudades de Kosovo: no va a producir más placas de matrícula, que son el problema. Y Kosovo se compromete a evitar poner en práctica ninguna acción que implique una re-registración de los vehículos que ya circulan con esas placas. Me parece una propuesta de sentido común: ustedes dejan de producir las placas - objeto del problema -, y la otra parte se abstiene de intentarlas re-registrar.  

También, las dos partes han acordado y aceptado que lo que se decidió hace años tiene que ponerse en práctica. Es decir, que los acuerdos pasados tienen que implementarse. En los próximos días, voy a invitar de nuevo a Bruselas a las dos partes – a Serbia y Kosovo - para relanzar la discusión sobre el proceso de normalización.  

Creo que es un acuerdo muy importante que nos evita una nueva crisis que hubiera podido generar violencia, mucha violencia en el norte de Kosovo. Nos evita una crisis. Con el respaldo de la comunidad internacional, podemos ahora avanzar en discutir una propuesta que puse en la mesa, después de la reunión de urgencia de agosto, que cuenta con el apoyo de Francia y Alemania. [La propuesta] nos debería [permitir] no ir de crisis en crisis, y de prórroga en prórroga, de problemas puntuales, sino buscar una solución permanente a un problema que hay entre Kosovo y Serbia – todo el mundo lo sabe –, y que debe pasar por una normalización de las relaciones en los términos que las dos partes acuerden. 

Me preguntaba usted por la defensa antiaérea en Ucrania, eso sí que nos lleva lejos de nuestras discusiones de hoy. Creo que está muy claro: Ucrania necesita más defensa antiaérea y los Estados miembros de la Unión van a hacer lo posible para suministrársela. Cuando se lanzan ataques con más de 100 misiles simultáneamente, es muy difícil derribarlos todos. En este momento, la eficacia es muy alta: se derriba un 70% de los misiles que se lanzan. Pero, claro, queda un 30% que está siendo muy mortífero desde el punto de vista de la destrucción del sistema eléctrico. Hay que ayudar más a Ucrania a reforzar sus defensas antiaéreas. 

Muchas gracias. 

Youtube (Original - starting as of 3:47:10): https://www.youtube.com/watch?v=lOo1_Zxroys 

 

Ebs (English version - starting as of 15:13): https://audiovisual.ec.europa.eu/en/video/I-233890 

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