Colombia: Declaraciones del Alto Representante/Vicepresidente Josep Borrell durante su visita a la Escuela Taller
¡Solo es auténtico el texto pronunciado!
Buenas tardes,
Bien. Les agradezco su atención y siento llegar tarde, pero hemos tenido una mañana muy interesante, muy importante para aumentar el conocimiento sobre Colombia y ver las oportunidades que tenemos de cooperación. Y quiero agradecer mucho al presidente [de Colombia, Gustavo] Petro [por] su invitación, su hospitalidad, que me ha permitido, además, por coincidencia de calendario, asistir a la Conferencia convocada por el presidente Petro sobre Venezuela.
Muchas gracias de nuevo a todos por su acogida.
Para mí es un gran privilegio poder visitar Colombia por primera vez como Alto Representante de la Unión Europea para las políticas exteriores y de seguridad. Pero había venido a Colombia varias veces antes, como ministro español de relaciones exteriores y como ciudadano que conoce este país.
Ayer tuvimos la Conferencia sobre Venezuela, de la cual creo que ya hemos hablado, pero también estoy a su disposición.
Esta mañana, he empezado mi programa bilateral en el país, que en los próximos dos días aquí en Bogotá, estará centrado en el proceso de paz y en nuestra cooperación con Colombia.
Colombia es un socio clave para nosotros, tanto al nivel bilateral, como regional, como multilateral. Y la iniciativa del presidente Petro no hace sino remarcar esta importancia.
A fin de cuentas, Colombia es una de las democracias más antiguas de las Américas y compartimos con Colombia, con su sociedad y con su sistema político, los mismos valores, la democracia y los derechos humanos, el multilateralismo a escala global, el Estado de Derecho y nuestras prioridades políticas también son las mismas: cuidar el medio ambiente y construir la paz - que no es poca cosa.
Nosotros hemos estado acompañando al proceso de paz en Colombia, tanto financiera como políticamente desde hace ya 30 años. Cuando digo ‘nosotros', quiero decir la Unión Europea y sus Estados miembros. Estamos más de 30 años acompañando a Colombia en este largo, difícil y costoso proceso de construcción de la paz.
Eso es un conflicto que merece nuestro compromiso y todos los esfuerzos que podamos hacer. Se trata de un conflicto que - ustedes lo saben mejor que yo - ha causado ya más de 9 millones de víctimas, 270.000 muertos, 200.000 desaparecidos y 8 millones de desplazados. Porque los desplazados también son víctimas del conflicto. No son solo los muertos y los heridos, también los desplazados.
Hemos estado al lado de Colombia para ayudar a implementar los acuerdos de paz de 2016 que han significado una radical transformación, un cambio profundo. Hoy, la situación en Colombia es una mucho mayor seguridad que en el 2016. Y hemos estado acompañando este proceso políticamente [y] también financieramente – hemos investido en ello 130 millones de euros concentrados en el desarrollo sostenible, la reincorporación de los excombatientes y el apoyo al sistema de justicia transaccional.
Y puedo anunciar que, en este momento, tres Estados miembros de la Unión Europea - Alemania, España y Suecia - están acompañando los diálogos de paz con el ELN [Ejército de Liberación Nacional]. Por cierto, esta mañana he tenido ocasión de reunirme con Danilo Rueda, el Alto Comisionado para la Paz, para revisar cómo podemos seguir apoyando este proceso tan fundamental para el país. Y debo decirles que ha sido una de las reuniones más interesantes que he tenido en los últimos tiempos, con nadie. La reunión con el señor [Danilo] Rueda ha sido extraordinariamente esclarecedora de los objetivos del proceso de paz total, de los objetivos y las dificultades con los que se enfrenta.
También con respecto al proceso específico de negociación con el Estado Mayor Central (EMC), quiero confirmar hoy la voluntad de la Unión Europea de acompañar las negociaciones del Gobierno con el EMC, así como con los procesos de paz urbana, empezando en concreto con los de Buenaventura y […]. Y dentro de unos días, mi Enviado especial para el proceso de paz en Colombia, porque tenemos una persona y un departamento dedicado íntegramente al proceso de paz en Colombia, el señor Eamon Gilmore, llegará aquí para sumarse a la instalación de la mesa de negociación y trabajará con nuestro apoyo. Refiero a la mesa de negociación del EMC.
Al mismo tiempo - es inevitable hacer referencia a ello - Colombia padece directamente a las consecuencias de la crisis venezolana y ha acogido a millones de migrantes. El esfuerzo de la sociedad colombiana y de su Gobierno para acoger a más de 3 millones [de migrantes], de los cuales 2 millones y medio se han instalado aquí de Venezuela [en Colombia] en poco tiempo, es gigantesco. Y la adopción del Estatuto temporal de protección es un gesto de solidaridad que permite afianzar una migración segura, ordenada y regular.
Y con ella, con este proceso migratorio, también hemos estado presentes. También hemos ayudado y hemos hecho un apoyo continuado. En el pasado, con 10 millones de euros, y quiero aprovechar esta ocasión para anunciar que vamos a aumentar este apoyo con otros nuevos 10 millones [de euros] para seguir apoyando al Gobierno y a la sociedad colombiana a través de transferencias directas al estado o a organizaciones de la sociedad civil como al Centro de Acogida de Migrantes que he visitado esta mañana en el barrio de Santa Fe, en el proyecto que apoyamos conjuntamente la Unión Europea y Alemania.
No quiero decir lo que ustedes ya saben. Hace falta más esfuerzos para proteger a los inmigrantes, para protegerles de la vulnerabilidad que sufren, de las redes de trata, de la explotación, de la violencia de todo género.
Esta visita al barrio de Santa Fe ha sido también para mí ilustrativo de ver de qué manera la sociedad colombiana se ha movilizado en apoyo a los inmigrantes venezolanos.
Hemos apoyado a Colombia en lo que va de crisis migratoria, con cerca de 60 millones de euros - con 58 millones de euros - para apoyar el proceso de regularización, de integración socioeconómica, de acceso a la vivienda, a la salud y a la educación. Ya sé que no son suficientes y que el esfuerzo que ha soportado Colombia es mucho mayor que esta cifra, pero por eso hoy quiero anunciar que se ha aumentado con otros 10 millones [de euros].
Y no solo para apoyar a Colombia en hacer frente al reto migratorio. Nuestra cooperación cubre ámbitos muy diversos, porque aquí hay problemas que nos afectan también a nosotros. La desforestación, que está relacionada también con la producción de droga - no solo, pero también. Hoy, también puedo anunciar 10 millones y medio de euros en apoyo adicional al cumplimiento de las metas de reducción de desforestación y de manejo sostenible de los recursos naturales.
Es una preocupación común porque, a fin de cuentas, el carbono que sus árboles absorban será en beneficio de todos.
Ya he citado el aumento de apoyo a la migración venezolana, pero también quiero decir que nos preocupa la jurisdicción especial para la paz, reforzando su dimensión de género y el sistema de sanciones restaurativas. Y a eso, también, recientemente, hemos aprobado dedicar un apoyo de 2 millones de euros, así como a la lucha contra la violencia de género y el feminicidio, algo que a la sociedad europea le preocupa y que nuestros planes de cooperación tienen dotados otros 3,8 millones adicionales.
Para ser ya más preciso y concreto, aunque la cifra sea pequeña, no quiero dejar de recordar la situación en el nevado de Ruiz - muy de cerca - donde también estamos apoyando a las comunidades que viven cerca del volcán que ahora está en alerta naranja.
Por lo tanto, apoyo a la migración, a la lucha contra la deforestación, a la lucha contra la violencia de género, a la justicia, al medio ambiente y a las comunidades afectadas. La Unión Europea trabaja junto y con Colombia.
Esta visita tendrá también intercambios con la sociedad civil y con víctimas del conflicto, también con el arzobispo de Bogotá, con la ministra de Medioambiente [Maria Susana Muhamad González], con el Canciller [Álvaro Leyva], el ministro de Defensa [Nacional, Iván Velásquez Gómez], y el ministro del Interior [Alfonso Prada Gil].
Y para terminar estas breves palabras de introducción, permítanme que me refiera a algo que no ocurre en Colombia, pero que nos afecta a todos. Si me permiten, lo voy a hacer en inglés porque el tema va más allá de sus fronteras.
I want to make [a] reference to the recent phone call between the President [of Ukraine, Volodymyr] Zelenskyy and [the] Chinese President Xi [Jinping]. This was awaited. It is a very good news.
It is a first step that China will eventually reach out to Ukraine, and we want to say that any meaningful initiative for a just peace for Ukraine is very much welcome.
I want to be clear: we all want peace. When I hear some leaders saying “We want peace,” me too. And the one who wants peace more than anyone else is the Ukrainian people. Believe me, if someone wants peace, it is the ones who are suffering [from] the consequences of the war – which are the Ukrainians.
We all want peace, but we have to build this peace in order for this peace to be just. Just and fair. It cannot be any peace. And for that, we need the mobilisation and engagement of everybody around the world, and mainly of countries like China which is a permanent member of the [United Nations] Security Council and has specific responsibilities in order to make the United Nations Charter being respected.
Peace will be decided, and it is up to Ukraine to decide in which terms. And in the meantime, we will continue supporting Ukraine.
I very much welcome this phone call between President Xi [Jinping] and President [Volodymyr] Zelenskyy.
I think that is all – de manera que quedo a su disposición.
Q&A
Q. Primero que todo preguntarle: Ayer usted decía que hay la posibilidad de que se evalúen las sanciones hacia Venezuela por parte de la Unión Europea, pero ¿habrá algún tipo de exigencias a Venezuela para que se puedan terminar con esas sanciones?
Primero, déjenme aclarar que las sanciones que adopta la Unión Europea con respecto a Venezuela y con cualquier respecto a otro país o con cualquier otro conflicto, son siempre de carácter personal, dirigidas a los responsables políticos de los hechos que creemos merecen ser sancionados.
No son sanciones de tipo económico que afectan al conjunto de la población. Es importante señalarlo porque cuando uno viene de ver un Centro de migrantes venezolanos y conoce las circunstancias en las que se encuentran, es importante señalar que nuestras sanciones están dirigidas a los responsables políticos. Y las sanciones no se toman para siempre - jamás. Se toman para incentivar comportamientos, para presionar que haya cambios. Para eso sirven. Y, por lo tanto, cuanto antes se pueda levantar mejor, porque querrá decir que han surtido efecto, y el efecto tiene que venir de una negociación entre venezolanos. Y esa negociación tiene que estar acompañada por todos los actores internacionales. Todos. Yo hablo en nombre de la Unión Europea, pero por supuesto todos tienen que participar en acompañar la elaboración de acuerdos y su puesta en aplicación de manera que avancemos simultáneamente en un proceso hacia la democratización de Venezuela para que se pueda ir a celebrar elecciones inclusivas, transparentes y justas, y al mismo tiempo gradualmente, sincronizadamente, podamos ir rebajando – revisando - las sanciones.
El objetivo es que las próximas elecciones presidenciales se puedan celebrar de manera - como digo - justa, transparente e inclusiva. [Nicolás] Maduro no puede escoger su oposición. Su oposición es la que decidan los venezolanos. Y el resultado tiene que estar acorde con los estándares internacionales que califican unas elecciones como tales.
Yo mandé una misión de observación electoral a Venezuela. Fue muy criticado. Se me acusó de estar en connivencia con el régimen y con esta misión validarlo. No se trataba de validar al régimen sino validar el proceso electoral - validarlo o no. Y hay 23 recomendaciones que la misión hizo, que, si se aplican, mejorarán el proceso electoral. Ahora todo el mundo lo aplaude la misión. Estoy contento de que se hubiera podido hacer y ya quiero agradecer a mis colaboradores que hicieron el trabajo necesario para que tuviera el lugar. Y ojalá que podamos mandar otra misión de observación electoral porque eso querrá decir que se han tomado en consideración nuestras recomendaciones. Si no fuera así, no tendría sentido mandar otra.
Q. Ayer, al final de la Conferencia [sobre Venezuela], el Canciller de Colombia, Álvaro Leyva, dio unas declaraciones que tomaron por sorpresa algunos asistentes. Primero, ¿cómo recibió usted estas declaraciones? Y, por otro lado, le pregunto ¿por qué estas conclusiones, este documento no fue firmado por todos los asistentes?
La verdad es que yo no puedo ponerme a comentar las declaraciones de su Canciller. No soy un comentarista. El Canciller hizo sus declaraciones y - a buen entendedor - pocas palabras bastan. Sí, debo decirle que en esta clase de conferencias internacionales, donde están representados desde Sudáfrica hasta Turquía, la Unión Europea, los Estados Unidos, la mayoría de los países latinoamericanos, los puntos de vista son tan distintos que pretender sacar una resolución común, operativa, suele ser muy difícil.
Suele ser muy difícil porque inevitablemente los puntos de vista y los engagements, los compromisos de las partes no son las mismas. Y por eso, normalmente esas conferencias acaban con una declaración de la Presidencia que resume lo que ella ha entendido que se ha discutido. Pero solo hecho que esta Conferencia tuviera lugar, en la región latinoamericana, convocada por un país latinoamericano para tratar de un problema que afecta fundamentalmente a América Latina - también a los demás, pero más a ustedes - ya tiene, sí, un valor político importante. Y desde luego, sobre la mesa quedó claro que el objetivo es lo que he dicho en mi anterior respuesta. Que las próximas elecciones presidenciales se puedan celebrar de acuerdo con los estándares democráticos que nos permitan reconocer el resultado, y eso tiene que ir de la mano, de forma sincronizada, con la revisión de las sanciones.
Q. Había referido a que van a apoyar las negociaciones con el Estado Mayor Central, quería preguntarle, cómo ve, qué desafíos, y está hablando también de desafíos y dificultades, quería preguntarle, ¿qué ve la Unión Europea como dificultades con este proceso de estas disidencias de las FARC? Y la segunda, está hablando de la primera visita oficial. Pero en la agenda no hay ninguna reunión con el presidente, no sé si nos puede explicar qué ha pasado o si el presidente no le va a poder finalmente recibir en su primer viaje oficial.
Pues sobre la segunda cuestión, que es una cuestión de logística o de programa, no le puedo decir. MI visita ha coincidido, tengo entendido, con una especial circunstancia en el gobierno, que seguro que tendrá al presidente muy atareado en las próximas horas. Por lo tanto, es natural que su agenda esté en ese momento con un cierto grado de incertidumbre. Naturalmente, yo estaría muy honrado si pudiera ser recibido por el presidente, con quien ya he tenido ocasión de discutir, en República Dominicana tuvimos una larga entrevista, y volvería a tenerla encantado, pero comprendo perfectamente que las circunstancias políticas del país no son las más favorables, porque sin duda la agenda del presidente va a estar complicada.
Y sobre las dificultades del proceso, sí, claro que las hay, enormes. Para mí, la entrevista con el señor Danilo [Rueda, Alto Comisionado para la Paz] ha sido muy ilustrativa de cuáles son las problemáticas socioeconómicas, la existencia de movimientos de todo tipo - los viejos ya conocidos del ELN, las disidencias de las FARC, nuevas organizaciones que han surgido, una mayor atomización de los movimientos, llamémosle, de guerrilleros, que responden a distintas motivaciones. El programa es mucho más complejo, seguramente, porque hay muchos más actores y hay que hablar con todos ellos a la vez, pero no hay de que dejar de reconocer que se han hecho grandes progresos en Colombia en la pacificación del país. Grandes progresos. Es sin duda, en ciudades como - no quiero citar ninguna, para que nadie se sienta agraviado, pero yo he estado en algunas ciudades hace unos cuántos años, donde era muy difícil salir a la calle y hoy se puede hacer el turismo. Se está recuperando la autoridad del Estado también, y el plan de paz integral del presidente, en mi opinión, reúne todos los elementos para avanzar a la vez en la dimensión de seguridad, en el sentido duro de la palabra, es decir, la capacidad de tener control sobre el territorio con los medios militares y de policía, y al mismo tiempo, atacar las raíces socioeconómicas de la violencia.
Q. Dos inquietudes, la primera en relación con la Conferencia [sobre Venezuela] de ayer: entendiendo que lo que hace el gobierno es una especie de relatoría de las voces disímiles que allí intervinieron. Creo que todos coinciden en que debe haber elecciones libres como usted manifiesta - y pues la oposición más - y el Gobierno de [Nicolas] Maduro pide levantamiento de sanciones. ¿Cómo se puede garantizar que esa plata, que debe manejar un fondo fiduciario de la ONU, no sea utilizada precisamente por el Gobierno Maduro en vísperas de elecciones? Y segundo, ¿que reclamó a la oposición cómo hacer para que en Venezuela ese anhelo de elecciones libres, de transición del poder, si se da, sea también con principios de justicia y no impunidad?
Hace unas preguntas muy difíciles, sobre todo la segunda. Vamos a ver.
La primera es relativamente fácil de contestar, si esos recursos van a un fondo administrado por las Naciones Unidas, no tengo ninguna duda de que las Naciones Unidas lo canalizarán directamente a la sociedad venezolana. Estamos acostumbrados a que sea así. Financiamos a las organizaciones de las Naciones Unidas en Afganistán, en Siria, en multitud de países en conflicto donde nuestro objetivo no es financiar al gobierno, sino atender las necesidades de la población y las Naciones Unidas tienen una larga experiencia en hacerlo. Si esos recursos se canalizan a través suyo, van a ir a en beneficio de las partes más vulnerables de la sociedad venezolana. Usted me puede decir: “Sí, bueno, pero eso va a aumentar su bienestar y eso puede redundar en beneficio de la visión positiva que tengan del gobierno”. Pues sí, puede. Pero también puede redundar en beneficio de la acción que la región que tenga los ciudadanos, de la tarea que ha hecho la oposición para hacer posibles los acuerdos.
En todo caso, permítame decirle, no deberíamos limitar nuestra voluntad de ayudar al pueblo venezolano, teniendo en cuenta que quien pudiera ser el beneficio electoral de unos y de otros. Pero hay cosas más importantes que otras.
Y la segunda pregunta es mucho más difícil de contestar. Eso no se la puedo resumir en breves palabras, pero siempre que hay un conflicto político de esta naturaleza y un proceso de reconstrucción de la legitimidad y de la justicia, que habrá que ver cómo se hace, pero créanme, no le puedo dar ninguna pista.
Q. Quisiera saber cuál es su opinión acerca de las condiciones que ha puesto la mesa de Maduro, por ejemplo, la que subió en esos días de la liberación de Álex Saab … Maduro puso condiciones, entre ellas, para que se haya liberado Álex Saab... Que nosotros sepamos, no consta que no hay una propuesta formal, ha habido muchos momentos de negociaciones que no hubiese, seguramente se han puesto sobre la mesa diversos elementos. Nosotros no nos consta que haya un listado de peticiones que se haya hecho público. Sabemos que este es un tema que irrita Nicolas Maduro, pero no nos costa que …. hay muchos más elementos que están sobre la mesa.
Lo que es claro, es que la detención de esa persona dio al traste con las negociaciones que se estaban desarrollando, que fueron interrumpidas como consecuencia de eso, interrumpidas durante mucho tiempo, demasiado tiempo, y yo creo que ahora las condiciones que se dan … no lo sé, si es una condición establecida formalmente, es un deseo. Entre condición y deseo, sabe, hay una margen.
Q. En relación con lo que pasó ayer, ¿ustedes son optimistas frente lo que valla a desencadenar esto en Venezuela? Sabemos lo que se buscaba era que se reanude el diálogo, que usted muy bien, dice. Se interrumpió, pues en noviembre pasado, y por segunda ocasión por el Gobierno de Maduro. ¿Usted es optimista con relación con lo que pueda pasar después de esa conferencia?
Yo llevo un cierto número de años de vida encima y de acción política que me ha enseñado que en la vida no hay que ser ni optimista ni pesimista. Hay que ser activista. Y eso es lo que yo soy; activista.
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