Russia/Ukraine: Remarks by High Representative/Vice-President Josep Borrell at the EP debate on the escalation

05.10.2022
Strasbourg

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Good morning. I am going to speak in Spanish. 

Señora presidenta del Parlamento [Europeo, Roberta Metsola], señora presidenta de la Comisión [Europea, Ursula von der Leyen], señoras y señores diputados. 

Intervengo en este pleno representando al Consejo de la Unión Europea para explicarles que desde que, conjuntamente con la Comisión, el Alto representante y la Comisión juntos presentamos un nuevo paquete de sanciones sectoriales, de sanciones personales, en el COREPER [Comité de Representantes Permanentes], nuestros embajadores han estado trabajando intensamente ayer por la noche y siguen esta mañana también.  

Espero que antes de que se acabe este pleno, podamos tener un acuerdo del Consejo aprobando la propuesta conjunta que ha presentado la Comisión y que, sin duda, la presidenta [de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen] detallará. 

Quiero agradecerle a la señora presidenta de la Comisión y a mis colegas, el esfuerzo y el liderazgo que han mostrado para seguir preparando, proponiendo, debatiendo propuestas de sanciones sectoriales juntos con las personales. De esta manera, se limita todavía más la capacidad de exportación de Rusia y se limita todavía más las importaciones que puede recibir para seguir manteniendo viva su industria, especialmente en su dimensión tecnológica y así alimentar la guerra. 

Está claro que nos estamos liberando de la dependencia energética de Rusia. En agosto del año pasado, importamos 12 millones metros cúbicos. Este año importamos, en agosto, solo 4 [millones de metros cúbicos] - una división por 3. En realidad, las importaciones de Rusia han caído en las 36 semanas de este año en 54 millones de metros cúbicos. Es algo extraordinario que nos va a conducir a liberarnos de la dependencia energética de Rusia, que era un gran condicionante de nuestra política exterior hacia Rusia, y por derivada de nuestra política exterior que incluía Ucrania. 

En realidad, no hemos tenido una política exterior con respecto a Ucrania, porque era subsidiaria de nuestra política con respecto a Rusia y esta era su vez subsidiaria - o condicionada – de nuestra dependencia energética. 

Ahora sí, tendremos una política clara con respecto a Ucrania que está dominada por la voluntad y el deseo de que Ucrania sea miembro de la Unión Europea. Una política con un objetivo claro que será posible porque ya no tendremos esta dependencia de Rusia.  

La guerra continúa y las noticias del campo de batalla son buenas para Ucrania. Ucrania está retomando la ofensiva. La guerra ha entrado en una nueva fase. Una fase sin duda peligrosa porque estamos ante un escenario temible, ante el que no tenemos que cerrar los ojos. Es el escenario de una guerra convencional que envuelve a una potencia nuclear. Una potencia nuclear que en este momento está retrocediendo en el escenario convencional y que amenaza con utilizar el arma nuclear.  

Es un escenario ciertamente preocupante, en el que tenemos que demostrar que nuestro apoyo a Ucrania no flaquea. Ucrania está avanzando en tres frentes: en el Donbás, después de haber tomado Limán; en el centro sur - al sur de Zaporiyia, avanzando hacia Mariúpol, y finalmente en Jersón. 

Rusia sigue teniendo la superioridad numérica, la superioridad de fuego - de potencia de fuego. Por eso, las fuerzas ucranianas están desarrollando una táctica de combate extraordinariamente ágil, utilizando una inteligencia muy potente, rodeando las plazas fuertes rusas, creando bolsas que acaban siendo destruidas por la propia retirada del Ejército ruso. Así limitan sus pérdidas y avanzan en el terreno de una forma que nadie había podido prever. 

La situación del ejército ruso es muy mala. Entre otras cosas porque los soldados rusos no saben para qué es esa guerra. Y los 300,000 que serán sacados de sus casas para ser llevados al frente, lo van a entender menos todavía. 

Por lo tanto, la guerra se puede ganar en el campo de batalla, pero hay que ganarla sobre todo en el campo de las ideas. Porque además de la guerra en sí, hay otra guerra, que es la guerra por la supremacía de los valores. Rusia está desarrollando una intensa campaña en el mundo para explicar que las consecuencias de esta guerra no son de la guerra, son de las sanciones que hemos aplicado contra Rusia. 

Esa batalla hay que librarla en la discusión nuestros colegas de todo el mundo para continuar aislando a Rusia - recientemente ha vuelto a ocurrir un organismo internacional de gran importancia, el de Aviación Civil [Organización de Aviación Civil Internacional (OACI)]. Esa batalla, hay que hacerla de forma continuada y permanente porque hay mucho sentimiento en el mundo acerca de las causas de esta guerra, y sobre todo de sus consecuencias. 

Las consecuencias para muchos países ciertamente son malas en términos de precios, de energía y de alimentos. Tenemos que comprometernos mucho con el resto del mundo para ayudarles a superar las consecuencias de esta guerra. Tenemos - como digo - que hacer un gran esfuerzo diplomático, de explicación para que el mundo entienda “porqué” esta guerra y cómo puede acabar.  

La guerra no puede acabar por cansancio del mundo occidental - qué es lo que espera Putin. Putin cree que las democracias son débiles, que los sistemas de opinión pública no soportarán un invierno frío. Está esperando la llegada del “General Invierno” que siempre ha salvado en última instancia al ejército ruso. Está esperando que el frío, que los cortes en el suministro de gas, que los altos precios y las bajas temperaturas minen nuestra voluntad de seguir apoyando a Ucrania. Este es el lugar para pedir a los europeos que entiendan lo que está en juego. Porque nuestro apoyo a Ucrania no es solamente una cuestión de generosidad. Nuestro apoyo a Ucrania tiene que ser indefectible porque la seguridad de Ucrania está intrínsecamente ligada con la nuestra. Lo que allí se decide es también nuestro futuro. Si, señoras y señores diputados,  lo que allí se decide es también nuestro futuro. Por eso, es tan importante conseguir que como hemos hecho otros en Europa, renunciando a nuestras viejas ambiciones imperiales, Rusia también renuncie a ellas. 

Esta guerra solo puede acabar de una manera que asegure la paz. Y para que se asegure la paz, hace falta que Ucrania recupere su integridad territorial y su plena soberanía; que Rusia sume sus responsabilidades políticas y morales en la guerra, pague por la reconstrucción y se exigen responsabilidades por los crímenes humanos que allí se han producido. Este, y no otro, tiene que ser nuestro objetivo. Por eso las sanciones. Por eso la ayuda militar. Por eso la acción diplomática. En esos tres frentes, tenemos que seguir trabajando sin desfallecer: no es el momento de dudar.  

La sociedad europea tiene que ser capaz de continuar esta lucha, apoyando a Ucrania con los procedimientos que tenemos. Hoy, la presidenta de la Comisión [Ursula von der Leyen], presentará las sanciones en detalle que el Consejo va a aprobar. Pero por encima de las sanciones concretas, lo que es realmente importante es que los europeos entiendan que si hay un precio que pagar, ese precio merece la pena. Porque si no pagamos este, acabaremos pagando uno mayor. Es una batalla por la libertad - de los ucranianos y la nuestra. Y el esfuerzo que tengamos que hacer será inscrito en las páginas de la historia como un momento en que la Unión Europea unida fue capaz de resistir la agresión de un modo de vida, de organización política radicalmente distinto contrapuesto al nuestro. 

Muchas gracias. 

 Link to the video: https://audiovisual.ec.europa.eu/en/video/I-230753  

Peter Stano
Lead Spokesperson for Foreign Affairs and Security Policy
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